A lo largo del año existe una fecha muy importante relacionada con la salud que vale la pena destacar. Se trata del Día Internacional del Pediatra y se celebra cada 20 de octubre. A continuación te compartimos su historia y su relación con los especialistas en el cuidado y la atención de los niños.
Por lo regular, la creación de efemérides sanitarias está relacionada con ciertas enfermedades. El objetivo es generar conciencia y dar difusión entre la población en general. Al mismo tiempo, también es importante reconocer a los gremios que se encargan de cuidar a los pacientes.
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¿Por qué el Día Internacional del Pediatra es el 20 de octubre?
Con lo anterior en mente, en esta ocasión nos vamos a enfocar en el Día Internacional del Pediatra y el motivo por el que surgió esta celebración.
Su origen se encuentra en la fundación de la Sociedad Argentina de Pediatría, la cual ocurrió el 20 de octubre de 1911. Se considera que fue la primera de su tipo en América Latina y además es una de las más antiguas en todo el mundo.
A partir de este hecho, durante el Congreso Mundial de Pediatría de 1973 que se celebró en Argentina se propuso crear una efeméride.
Con los antecedentes mencionados, el Día Internacional del Pediatra se conmemora cada 20 de octubre. Además la fecha ha crecido en importancia que ahora es una celebración global para reconocer a todo el gremio.
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¿Cuáles son las funciones de los pediatras?
Las funciones de un pediatra son amplias y abarcan el cuidado integral de los niños, niñas y adolescentes, desde su nacimiento hasta los 18 años de edad. Su rol va mucho más allá de simplemente tratar enfermedades.
En esencia, un pediatra actúa como el médico de cabecera de cada niño y le debe brindar una atención integral biopsicosocial que abarca tanto la salud física como el bienestar emocional y social del paciente en crecimiento.
Frases ideales para reconocer a todos los pediatras
- “A los pediatras: Gracias por ser los héroes silenciosos que escriben los primeros y más importantes capítulos de salud en la vida de nuestros hijos.”
- “La pediatría es el arte de curar a veces, de aliviar a menudo y de consolar siempre, con la sabiduría de un médico y la ternura de un amigo.”
- “Feliz Día al pediatra, el único especialista que te pregunta por tus miedos y te receta un abrazo. Su vocación, nuestro mayor alivio.”
- “Detrás de cada niño sano y fuerte, hay un pediatra vigilando su desarrollo y asegurando su futuro. ¡Gracias por su compromiso!”
- “Ustedes nos enseñan que la salud de un niño es el bienestar del mañana. ¡Feliz Día a los guardianes de la infancia!”
- “Para el pediatra, el mejor diagnóstico siempre es la sonrisa de un niño recuperado. Celebramos su paciencia, empatía y conocimiento.”
- “Con un estetoscopio y una sonrisa, convierten el miedo de los niños en confianza y la preocupación de los padres en calma. ¡Inspiración!”
- “La Pediatría no es solo una rama de la medicina; es una misión de amor y esperanza. Gracias por cuidar el tesoro más grande del mundo.”
- “Reconocemos la visión de los pediatras: ven al adulto que será y lo cuidan desde ahora. Su dedicación es una inversión en nuestro futuro.”
- “¡Feliz Día del Pediatra! A quienes combinan la ciencia más rigurosa con la más profunda humanidad para proteger a nuestros pequeños.”
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10 características que debe tener un pediatra
- Paciencia y calma.
- Excelente habilidad de comunicación.
- Empatía y sensibilidad.
- Vocación de servicio y afecto por los niños.
- Pensamiento crítico y capacidad de diagnóstico.
- Formación continua y actualización.
- Multidisciplinario.
- Resiliencia y manejo emocional.
- Accesibilidad y disponibilidad.
- Ética y responsabilidad
¿Un pediatra puede atender a pacientes adultos?
La respuesta directa es no aunque hay excepciones. De manera tradicional, cuando un adolescente hace la transición a la adultez debe dejar de acudir con un pediatra sin importar que haya sido su médico de cabecera desde su infancia.
Mientras que las únicas excepciones son los pacientes que nacen con enfermedades crónicas o complejas como ciertas cardiopatías congénitas, fibrosis quística o diabetes tipo 1. En este tipo de situaciones se suele recomendar que el mismo pediatra que atendió el caso desde la infancia lo mantenga en la etapa adulta por toda la información que tiene, aunque lo ideal es que debe tener una subespecialidad como Cardiología Pediátrica.