La vida profesional de un médico está llena de dilemas éticos. Se trata de encrucijadas que generan incertidumbre e incluso hacen dudar con respecto a las opciones que se pueden elegir. Aunque en este tipo de escenarios no hay caminos correctos o incorrectos sino simplemente diferentes.
Además de la extensa preparación que se necesita para ser un médico también es fundamental considerar que es una profesión basada en la toma de decisiones. En todo momento se debe elegir una de varias opciones y el impacto va más allá del bienestar del paciente porque también influye en los propios profesionales de la salud.
Dilemas éticos a los que se enfrentan los médicos
Los médicos a menudo se enfrentan a situaciones complejas que ponen a prueba sus valores y principios. A continuación te compartimos cinco ejemplos comunes de dilemas éticos que los profesionales de la salud viven dentro de su trabajo profesional.
- Objeción de conciencia: Un médico se niega a realizar un procedimiento legalmente permitido en su país (como un aborto o una ligadura de trompas) debido a sus convicciones morales o religiosas. Esto genera un dilema entre el derecho del médico a la objeción de conciencia y el derecho del paciente a acceder a un servicio de salud.
- Confidencialidad Vs seguridad pública: Un paciente le confiesa al médico que tiene intenciones de dañar a alguien. El médico se debate entre mantener la confidencialidad del paciente, un pilar fundamental de la relación médico-paciente, o advertir a la posible víctima para proteger la seguridad pública.
- Doble lealtad: Los médicos que trabajan para empresas o aseguradoras pueden enfrentar un conflicto entre los intereses económicos de su empleador y lo que consideran la mejor atención para sus pacientes. Por ejemplo, la presión para reducir costos puede influir en las decisiones sobre tratamientos o derivaciones.
- Autonomía del paciente Vs beneficencia: Un paciente adulto y competente se niega a recibir un tratamiento que los médicos consideran vital para salvar su vida. ¿Debe el médico respetar la decisión autónoma del paciente, incluso si cree que no es lo mejor para él, o intentar convencerlo y, en casos extremos, considerar tratamientos no deseados para preservar su vida?
- Tecnología y ética: Los avances tecnológicos presentan nuevos dilemas, como la manipulación genética, la edición de genes (CRISPR), la prolongación artificial de la vida o las decisiones sobre la viabilidad de un feto con anomalías graves. ¿Hasta dónde se debe llegar con la tecnología y cuáles son los límites éticos de la intervención médica?
- Encarnizamiento terapéutico Vs calidad de vida: Un paciente terminal sufre un gran dolor y su condición no muestra mejoría. La familia insiste en que se sigan aplicando todos los tratamientos posibles, a pesar de que el equipo médico considera que solo prolonga el sufrimiento del paciente sin ofrecer una perspectiva de recuperación. El médico debe decidir si continuar con tratamientos fútiles o enfocarse en cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida del paciente en sus últimos momentos.
- Asignación de recursos escasos: En situaciones de escasez de recursos (como órganos para trasplante, camas en unidades de cuidados intensivos durante una pandemia, o medicamentos costosos), los médicos deben decidir cómo asignar estos recursos limitados. ¿Se basan en la urgencia, la probabilidad de éxito, la edad del paciente o algún otro criterio?
- Errores médicos: Un médico comete un error que causa daño a un paciente. ¿Debe revelar el error al paciente y a su familia, incluso si esto podría tener consecuencias legales o profesionales, o intentar ocultarlo para proteger su reputación? La transparencia es clave, pero a menudo es una decisión difícil.
Todos los ejemplos mencionados no son inventados sino que se trata de situaciones cotidianas que ocurren todos los días dentro de los hospitales y clínicas. En este punto es donde empiezan los dilemas éticos porque cualquier opción elegida impacta profundamente la vida de las personas.