Hace unos meses te contamos la intensión del gobierno de Holanda de convertir a todos los ciudadanos en donadores tácitos de órganos como medida para combatir el bajo índice de donación que prevalece en la nación europea. No obstante, el rechazo de la población y diversas marchas multitudinarias lograron invalidar la propuesta.
En torno a este tópico, recientemente se dio a conocer un caso que, de acuerdo con algunos especialistas, podría derivar en una incluso menor tasa de donación de órganos en Holanda. Todo se ocasionó a raíz de la muerte de una mujer de 53 años, quien falleció a causa de un derrame cerebral, no sin antes estipular que deseaba donar sus órganos, por lo cual se tomaron sus riñones, pulmones, hígado y corazón para beneficiar a otras personas que los necesitaban.
¿Cáncer transmitido por donación de órganos?
Desafortunadamente los problemas comenzaron luego de completada la donación, pues la donante padecía de cáncer, enfermedad que no pudo ser detectada pese a las múltiples pruebas realizadas como parte del protocolo habitual que procede a los trasplantes. De tal modo, 3 de las mujeres beneficiadas con uno de los órganos de la paciente fallecida desarrollaron un cáncer de mama agresivo y fallecieron a los pocos meses.
Fue hasta que los médicos le realizaron un análisis de ADN a las 3 pacientes fallecidas que identificaron que las células tumorosas malignas que ocasionaron las muertes procedían de los órganos donados.
A pesar de que el suceso ocurrió en 2007, los expertos dieron a conocer el caso hasta ahora por tratarse de un suceso sumamente inusual ya que la probabilidad de que un donador transmita alguna enfermedad grave a un receptor es de 1 entre 10 mil, siendo todavía menos frecuente que la enfermedad transmitida sea oncológica.
Por lo anterior, en nuestro país el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) asegura que siempre se realizan los trasplantes con estrictas medidas de higiene y siempre se realizan las pruebas necesarias para evitar cualquier tipo de problema que se pudiera presentar.
