La salud auditiva de los niños es un aspecto fundamental para su desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y la interacción social. Sin embargo, en la actualidad, los niveles de ruido en el entorno —sumados al uso excesivo de dispositivos tecnológicos— representan un riesgo creciente para la audición infantil. Es importante conocer cómo estos factores pueden afectar la capacidad auditiva desde edades tempranas y qué medidas se pueden tomar para protegerla.
Exposición al ruido: un enemigo silencioso de la salud auditiva
Los niños están cada vez más expuestos a ruidos intensos, no solo en grandes ciudades, sino también en espacios aparentemente inofensivos como fiestas infantiles, centros comerciales o incluso en casa, con electrodomésticos y televisores a volumen alto. La exposición prolongada a ruidos fuertes puede provocar desde fatiga auditiva hasta daños irreversibles en el oído interno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite recomendado de exposición diaria al ruido para niños es de 85 decibelios por no más de una hora. Sin embargo, muchos juguetes electrónicos y entornos cotidianos superan fácilmente ese umbral.
Tecnología y audición: ¿uso o abuso?
El uso de dispositivos con auriculares se ha vuelto común en edades cada vez más tempranas. Tabletas, teléfonos móviles y consolas portátiles son herramientas de entretenimiento y aprendizaje, pero el volumen elevado o el uso prolongado pueden afectar la audición infantil. Los audífonos que se colocan dentro del canal auditivo (como los tipo “in-ear”) presentan un riesgo particular, ya que el sonido llega más directamente al oído interno.
El daño auditivo por ruido no siempre es inmediato. Puede ser acumulativo y difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que hace crucial una vigilancia constante por parte de los padres y cuidadores.
Cómo cuidar la salud auditiva infantil
- Limita el tiempo de uso de auriculares y asegúrate de que el volumen no supere el 60% del máximo.
- Evita juguetes ruidosos o elige versiones con control de volumen.
- Crea ambientes tranquilos en casa, especialmente durante el descanso.
- Revisa la audición del niño periódicamente, especialmente si notas que sube el volumen de la televisión o no responde bien a tu voz.
- Educa sobre el ruido desde pequeños, explicándoles por qué es importante cuidar sus oídos.
El cuidado de la audición infantil es una tarea diaria que implica supervisar el entorno y el uso de la tecnología. Con hábitos sencillos y una mayor conciencia, podemos proteger un sentido vital para el desarrollo y bienestar de los niños.