Las empresas biofarmacéuticas emergentes (EBPs) están redefiniendo el mapa de la innovación médica global. Aunque operan con presupuestos modestos —menos de $200 millones de dólares en I+D anual y menos de $500 millones en ingresos globales— su impacto es desproporcionadamente alto.
Estas compañías, muchas aún sin ingresos, no solo desarrollan y registran nuevos medicamentos, sino que también los comercializan en mercados clave como Estados Unidos. A través de vías regulatorias como la 505(b)(1) y la ANDA, las EBPs introducen sustancias activas novedosas y medicamentos originales que, en muchos casos, cruzan fronteras y cambian de manos entre compañías.
Los datos son contundentes:
- 74% de las compañías con inicios de ensayos clínicos en la última década son EBPs (excluyendo aquellas con experiencia únicamente en China).
- Estas empresas representan el 50% de los ensayos clínicos realizados en ese periodo.
- 49% de los originadores de sustancias activas novedosas (NAS) a nivel global en los últimos 10 años provienen de EBPs.
- 54% de las compañías que presentan solicitudes ante la FDA de EE.UU. son EBPs.
Este protagonismo silencioso revela una transformación profunda en el ecosistema biomédico. Las EBPs no solo complementan a las grandes farmacéuticas: las desafían, las nutren y, en muchos casos, las superan en agilidad e innovación.
Héctor Salinas es egresado del CECC Pedregal en la Licenciatura en Marketing y Publicidad. Cuenta con más de 10 años de experiencia en la industria pharma para el desarrollo de campañas y proyectos especiales para las principales farmacéuticas a nivel mundial. Actualmente es CEO de McCANN Health – Sistemas Integrales. AN IPG Health Company, agencia líder en el ramo farmacéutico con productos y marcas que cuentan con líderes en el mercado health.

