Nadie lo duda, las enfermedades cardiovasculares siguen encabezando las causas de mortalidad en México. Más de 140 mil vidas se pierden cada año, pero detrás de esas cifras hay una oportunidad: transformar la manera en que se previene, diagnostica y trata el riesgo cardíaco. En ese contexto, Bayer México redobla su apuesta por la cardiología con una estrategia centrada en tres ejes: innovación científica, educación médica continua e investigación clínica con impacto real en pacientes.
En el caso de Bayer México, el responsable de esta agenda es Antonio Banderas, director del Área de Cardiología de la compañía, quien en entrevista con quien esto escribe sintetiza la visión con una frase que resuena entre la comunidad médica: “La innovación no es solo una meta científica, es una responsabilidad social”. Su declaración cobra sentido en un país donde el acceso desigual y la falta de diagnóstico oportuno siguen marcando el pronóstico de millones de personas con riesgo cardiovascular.
Para Bayer, la innovación no comienza en el laboratorio, sino en el acompañamiento al médico y al paciente. Por ello, la farmacéutica ha desarrollado programas de actualización continua, tanto presenciales como digitales, que permiten a especialistas, cardiólogos e internistas acceder a la información más reciente sobre terapias de vanguardia, incluso en regiones donde la capacitación médica suele ser limitada. Este modelo de aprendizaje permanente busca fortalecer la práctica clínica y mejorar la toma de decisiones terapéuticas en el primer nivel de atención.
Por supuesto, la otra gran apuesta de la compañía es la investigación clínica, que posiciona a México como un punto estratégico dentro de la red global de innovación de Bayer. “Cada estudio no solo genera conocimiento, también esperanza”, explica Banderas, convencido de que abrir más ensayos en territorio nacional beneficia tanto a la comunidad científica como a los propios pacientes, quienes pueden acceder a tratamientos de última generación antes de su aprobación comercial.
Con ello, Bayer se consolida como un socio estratégico para el sistema de salud mexicano, impulsando terapias avanzadas para prevenir eventos trombóticos, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca. La visión es clara: avanzar hacia una cardiología predictiva y personalizada, donde la tecnología y la ciencia trabajen en conjunto para prolongar la vida con calidad. En palabras del directivo, “el futuro de la salud cardiovascular dependerá de la colaboración entre todos los actores: médicos, autoridades, pacientes e industria. Nadie puede hacerlo solo”.
Cuerpo y mente: una lección desde las enfermedades raras
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este 10 de octubre, la conversación médica se amplía: no basta con tratar la enfermedad, hay que acompañar a la persona. Esta idea adquiere una fuerza especial cuando se habla de enfermedades raras, donde el peso emocional es tan profundo como los síntomas clínicos.
Los pacientes con EERR enfrentan una doble carga: la física, marcada por tratamientos prolongados y diagnósticos complejos, y la emocional, derivada del aislamiento, la incertidumbre y, muchas veces, la falta de comprensión social. La doctora Juana Inés Navarrete Martínez, de la Facultad de Medicina de la UNAM, lo explica con sensibilidad: “Cada paciente es un ejemplo de resiliencia. Detrás de cada diagnóstico hay una historia que merece acompañamiento y esperanza”.
Esta mirada humanista también se refleja en la práctica psicológica. La especialista Andreína Solórzano, del Grupo Fabry, señala que “no basta con atender el cuerpo si se ignora la mente”. Su enfoque destaca la necesidad de incorporar la atención emocional como parte esencial de los protocolos clínicos, especialmente en enfermedades de curso crónico o poco frecuentes, donde la depresión y la ansiedad son frecuentes comorbilidades.
El testimonio de Donovan Reyes, paciente con MPS, sintetiza lo que la ciencia confirma: “Recuperé la confianza y las ganas de vivir”. Su experiencia recuerda a los profesionales de la salud que la empatía y el acompañamiento psicológico son también parte del tratamiento. En un contexto donde el modelo de atención médica suele fragmentarse, hablar de bienestar integral es hablar de medicina de calidad.
Atender las enfermedades raras desde un enfoque interdisciplinario —médico, psicológico y social— no solo mejora la adherencia y los resultados clínicos, sino que también dignifica la práctica profesional. Al final, la medicina no es solo curar cuerpos, sino cuidar personas.
La salud, en todas sus dimensiones, requiere de equilibrio. Entre el corazón y la mente, entre la industria y el Estado, entre la ciencia y la empatía. Las historias que confluyen en esta columna —desde Bayer hasta los pacientes con enfermedades raras— recuerdan algo esencial: el progreso médico no solo se mide en moléculas o dispositivos, sino en la capacidad de transformar vidas.
Estetoscopio
- Paradójicamente, mientras el sector privado mantiene su compromiso de abastecer medicamentos y sostener la cadena de suministro, el gobierno federal acumula adeudos que ponen en riesgo la estabilidad de la industria farmacéutica. Se apela al “compromiso social”, pero se posterga el cumplimiento más básico: pagar a tiempo.
- Exigir eficiencia sin garantizar flujo financiero es como pretender que un paciente corra un maratón sin haber desayunado. Las grandes corporaciones pueden resistir la espera, pero muchas empresas medianas ya enfrentan una hemorragia de liquidez que amenaza su operación cotidiana, sus empleos y su capacidad de distribución. Lo preocupante no son solo las cifras, sino las consecuencias sistémicas: fábricas que reducen producción, cadenas de abasto tensionadas y hospitales que operan bajo presión constante. Sin un diagnóstico fiscal honesto y una estrategia presupuestal viable, la sostenibilidad del sector seguirá en observación… con pronóstico reservado.
Jorge Arturo Castillo es licenciado en Ciencias de la Comunicación (CC) y maestro en Relaciones Internacionales (RI) por la FCPyS de la UNAM. Es socio director de Comunicación CM, desde donde edita medios especializados en las industrias farmacéutica, salud, energía y tecnología. Es profesor de periodismo de la carrera de CC, en la UNAM, desde hace más de 27 años. Es generador de contenidos y ha desempeñado diversos cargos periodísticos en los principales medios de comunicación en México, así como algunos internacionales. Además es el director editorial de Mundo Farma.