Existen diversas motivaciones detrás de una cirugía plástica y van desde aspectos estéticos hasta corregir un problema de salud. En todos los casos siempre es importante acudir con un especialista certificado para disminuir riesgos. Y más allá de la causa, todos los pacientes desean que el resultado cumpla sus expectativas para continuar con sus labores.
En ese sentido, otra preocupación de los pacientes es el tiempo de recuperación. En un mundo donde la belleza evoluciona a la velocidad de una tendencia viral, hay algo que permanece constante: el deseo de volver a sentirnos bien en nuestra propia piel.
Con esto en mente, el Dr. David De Rungs, quien es especialista en cirugía plástica, estética y reconstructiva, desarrolló el método De Rungs. Se trata de un protocolo que ha comenzado a redefinir lo que significa pasar por una cirugía plástica… y volver luminosa.
También lee: Cirugía plástica exitosa: 10 recomendaciones de la CONAMED para evitar demandas
El lujo de un postoperatorio que casi no se nota
Mientras la mayoría de los procedimientos prometen resultados, pocos pueden presumir una recuperación que se siente casi como un regalo para el cuerpo.
Con el método De Rungs, la transformación no solo ocurre en el quirófano: empieza antes, con una preparación pensada para que el tejido responda mejor, y continúa después, con un acompañamiento que evita el clásico look de “recién operada”. La idea es simple pero revolucionaria: que nadie note el proceso, solo el resultado.
Técnica fina, movimientos suaves, resultados radiantes
Hay una diferencia evidente cuando un rostro ha sido tratado con respeto. Y eso es lo que distingue este enfoque: cada capa del tejido es manejada con una delicadeza quirúrgica que minimiza el trauma desde el primer minuto.
El resultado es una recuperación más ligera, con menos moretones y menos inflamación, permitiendo que la persona regrese a su vida, y a su ritmo, en tiempo récord. No se trata solo de rapidez: se trata de elegancia en la forma de sanar.
Filtros y límites en la cirugía plástica ante casos de dismorfia corporal
Un postoperatorio que se siente como un ritual de cuidado
La recuperación bajo este método se vive como una experiencia en sí misma. Sesiones de drenaje linfático que alivian, dispositivos de regeneración que fortalecen la piel, y un acompañamiento cercano que permite estar tranquila desde el primer día. Cada detalle cuenta, cada paso sostiene la belleza natural que emerge poco a poco.
Más que un proceso médico, es un ritual moderno para devolverle al cuerpo todo lo que da diariamente.
La nueva era del “me veo bien, me siento bien”
Lo que vuelve tan especial al método De Rungs no es solo la técnica, sino la promesa: que la persona vuelva a verse y sentirse como sí misma, pero con un brillo distinto. Un brillo descansado, auténtico, seguro.
El tipo de belleza que no necesita explicación.
Hoy, en una época donde el lujo se encuentra en la sutileza, en la naturalidad y en la recuperación consciente, este protocolo se ha convertido en la referencia para quienes buscan un cambio que no detenga su vida, sino que la mejore.
