El cáncer de mama se mantiene como uno de los mayores problemas de salud pública en el mundo. Aunque octubre es un mes dedicado a su concienciación en realidad durante todo el año se debe hablar acerca de esta enfermedad para promover acciones de cambio entre las mujeres. Incluso hacer ligeros cambios en el estilo de vida entre la población es suficiente para disminuir riesgos.
Para comprender la magnitud de la situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se diagnostican alrededor de 220 mil nuevos casos de cáncer de mama en pacientes latinoamericanas. Al mismo tiempo, esta enfermedad le cuesta la vida a casi 56 mil mujeres anualmente.
Por otra parte, más allá de la prevención también es fundamental impulsar la detección oportuna del tumor. Cuando se identifica en sus primeras etapas existen altas probabilidades de lograr la curación de la paciente.
También lee: Mastografía con IA: ¿Cómo funciona para el diagnóstico del cáncer de mama?
La detección oportuna puede salvar vidas
De acuerdo con las guías médicas, todas las mujeres se deben realizar su primera mastografía de detección al cumplir 40 años y a partir de ese momento el examen debe ser anual. Aunque en el caso de las que tienen un familiar directo con antecedente de este tipo de tumor se recomienda empezar antes.
Con lo anterior en mente, en Saludiario tuvimos la oportunidad de platicar con el Dr. Carlos Vallejos, quien es médico oncólogo y fundador de la red hospitalaria Auna, para conversar acerca de la importancia de la detección temprana y oportuna del cáncer de mama.
Auna abre un nuevo Centro de Excelencia Oncológico en México y aquí se encuentra
¿Por qué hay tantos casos de diagnósticos tardíos del cáncer de mama?
La experiencia en los consultorios indica que entre el 40% y el 50% de las pacientes llegan al oncólogo cuando la enfermedad ya se encuentra en etapa avanzada. Esto ocurre principalmente por falta de acceso a la detección temprana, escasa información sobre prevención y, en muchos casos, por miedo o prejuicios frente al diagnóstico.
A pesar de lo anterior las buenas noticias existen. Los avances en el tratamiento del cáncer de mama han sido enormes: cuando la enfermedad se detecta a tiempo, las probabilidades de curación pueden acercarse al 100%, siempre que se reciba el tratamiento adecuado.
Además, la supervivencia en estadios avanzados ha mejorado notablemente en los últimos diez años, gracias al acceso a nuevos medicamentos, como la inmunoterapia, y a cirugías que conservan la forma del seno, con resultados estéticos cada vez más satisfactorios.
¿Cuáles son los desafíos actuales que enfrentan los sistemas de salud?
Aun así, persisten desafíos estructurales. El acceso a mastógrafos fuera del sistema privado sigue siendo muy limitado, y la educación en prevención del cáncer continúa siendo insuficiente en gran parte de la región.
Esto genera un terreno poco favorable para la detección temprana. A ello se suman los mitos y temores que aún rodean la enfermedad: muchas personas siguen creyendo que los golpes o la mala higiene pueden causar cáncer de mama, mientras que otras evitan la mastografía por miedo al dolor o al resultado.
También lee: ¿Cómo ofrecer apoyo psicológico a pacientes con cáncer de mama?
¿Por qué es tan importante promover la detección temprana y oportuna del cáncer de mama?
Debemos ser conscientes de que, pese a los esfuerzos, los sistemas de salud de países como el nuestro enfrentan recursos limitados. Por eso, la clave sigue siendo la prevención y la detección temprana, acompañadas de un trabajo conjunto entre el sector público y privado.
Miles de mujeres latinoamericanas sobrevivientes de cáncer de mama son la mejor evidencia de que la detección temprana salva vidas. Debemos perderle el miedo al tamizaje y acudir al médico incluso cuando nos sentimos bien, al menos una vez al año.
Convertir la prevención en un hábito cotidiano puede marcar la diferencia entre el diagnóstico temprano y la oportunidad perdida.
