El papel de la alimentación va más allá de la figura física porque además tiene la capacidad de influir en el estado de ánimo de una persona. Por lo tanto, es un motivo más para procurar comer de una forma adecuada para tener un mejor estado de salud físico y emocional.
En ese sentido, aunque tener un sueño reparador es fundamental para descansar y tener el control de las emociones, también consumir ciertos alimentos es de utilidad para lograr la felicidad.
Al respecto, la Mtra. Monserrat Rodríguez León, quien es directora de la carrera de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), compartió algunos consejos para comer mejor por todos los beneficios que se pueden obtener.
También lee: Salud emocional, el mayor deseo de la Generación Z y Millennials
¿La alimentación influye en el estado de ánimo?
Alimentarse no solamente consiste en ingerir nutrimentos para que tu cuerpo funcione adecuadamente, sino que también tiene impacto en tu salud mental. Existen sustancias químicas que produce tu propio cuerpo, conocidas científicamente como neurotransmisores que son los responsables de producir la sensación de felicidad y placer y seguramente ya has escuchado hablar de ellos en alguna ocasión, éstos son la serotonina, dopamina y endorfinas.
En los últimos años se ha profundizado la investigación científica sobre la relación que existe entre el sistema gastrointestinal y el cerebro, y se ha encontrado que más del 90% de la serotonina se produce en el tracto digestivo.
Sus funciones se relacionan con el estado de ánimo, la regulación del sueño, el hambre, la memoria y el aprendizaje, mientras que la ausencia de dicho neurotransmisor está asociada a trastornos depresivos y ansiedad.
¿Cómo participa la comida a nivel emocional?
La dopamina actúa de manera muy interesante en el cuerpo porque además de intervenir directamente en la felicidad se produce cada vez que consumes algún alimento que te gusta mucho, como por ejemplo cuando comes chocolate.
Curiosamente, su producción no depende únicamente de la ingestión de los alimentos, sino también se produce cada vez que piensas en ellos. Es decir, con solo recordar un alimento que te gusta mucho, tu cerebro puede generar una sensación de bienestar.
Las endorfinas son sustancias químicas que nos ayudan a regular el estrés y mejorar el estado de ánimo. Éstas se pueden llegar a producir después de realizar actividad física y en combinación con una adecuada alimentación, generando sensación de bienestar en tu cuerpo. Además ayudan a que tu cerebro asocie los alimentos a una gran experiencia de sensaciones agradables.
Ahora que conoces la función de cada una de estas sustancias químicas que produces constantemente durante el día, es necesario que identifiques que puedes ayudar a su producción cuando consumes alimentos ricos en aminoácidos como triptófano, tirosina y fenilalanina.
También lee: Dietas milagro, ¿cómo afectan la salud y el estado emocional?
¿Qué alimentos son los más adecuados para lograr la felicidad?
Los alimentos ricos en triptófano son el pavo, pollo, atún, lentejas y garbanzos, mientras que la tirosina y fenilalanina puedes encontrarlas en productos de origen animal como los lácteos, carnes rojas, huevos, pollo y pescado, así que no olvides incluirlos en tu alimentación diariamente.
Además, alimentos como los frutos rojos por su poder antioxidante ayudan a incrementar la función cerebral. Por otro lado, las grasas saludables, como el aguacate, aceite de oliva y pescados también aportan grandes beneficios para el funcionamiento de tu cerebro, lo que hará que tengas mayor sensación de bienestar.
No te olvides que para mantener tu sistema gastrointestinal saludable es necesario que constantemente consumas productos como yogur y kéfir que harán que se mantenga una producción adecuada de serotonina.
Finalmente, el estado de ánimo no sólo depende de la alimentación y lo que se come sino también de lo que se evita. La ingesta de productos altos en grasas y azúcares nunca se recomienda porque no sólo conduce a la obesidad sino que tiene efectos nocivos a nivel emocional.