Tener tu propio consultorio en casa supondría una gran ventaja en cuanto a comodidad, flexibilidad y balance entre tu trabajo y tu vida familiar.
Pero la verdad, es que esta clase de emprendimiento también podría ocasionar una serie de retos que podrías afrontar de un momento a otro. Estos son algunos errores que debes evitar si decides poner tu consultorio en tu propio hogar:
- Pasar la mayor parte de tu tiempo en casa. Si estás convencido de abrir un consultorio en tu casa, entonces debes prepararte mentalmente para pasar la mayor parte del tiempo en ella atendiendo pacientes, tomar un tiempo para ir a comer y después regresar a tu silla en el consultorio.
- Horario 24-7. Puedes caer en el error de estar en tu casa y sentirte culpable por no estar trabajando, por lo que de inmediato te dirigirás a tu consultorio y pondrás el letrero de “abierto”. Este estilo de vida evitará que pases más tiempo de calidad con tu familia.
- Interrupciones. Trabajar desde tu casa podría causar que constantemente seas interrumpido por familiares o amigos. Para evitarlo, habla con tu familia y conocidos y pídeles que sólo te busquen en horarios específicos y sólo si es urgente.
- Confundir a tus seres queridos con personas de negocios y colegas. Ante la ausencia de colaboradores, es posible que todo el tiempo estés hablando de los asuntos de tu clínica con tu familia quienes a su vez, se hartarán de hablar sobre los mismos temas por lo que tal vez no recibas de ellos los mejores comentarios y consejos.
- Ser desorganizado. Vivir en un lugar donde trabajas y al mismo tiempo habitas con tu familia puede causarte mucho estrés. Para que no te pase, habla con tu familia y organicen sus horarios para que ambas partes no se sientan invadidas. Aprende a separar tus asuntos profesionales de los familiares.
Así que piénsalo dos veces antes de querer abrir un consultorio médico en tu casa.