De forma natural la capacidad auditiva suele disminuir en los adultos mayores. Al igual que ocurre con otros sentidos, el paso de los años provoca que haya una disminución aunque el grado varía en cada persona. En algunos puede ser mínimo pero en otros incluso se puede llegar a la sordera.
En primera instancia, tener un estilo de vida saludable desde la infancia siempre es ideal para llegar a la vejez en la mejor condición posible. Además, en este caso existen recomendaciones adicionales como limitar el uso de audífonos y siempre utilizarlos a un volumen moderado.
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Y entonces, ¿es posible mejorar la capacidad auditiva en los adultos mayores?
Para mejorar la audición en adultos mayores primero se debe acudir con un especialista médico para someterse a una evaluación y localizar si existe un daño y su origen.
En este sentido y en términos generales, las afecciones del oído externo y medio suelen ser tratables o solucionables. Mientras que los trastornos del oído interno generalmente requieren el uso de dispositivos auditivos o implantes cocleares.
Para determinar con exactitud la zona comprometida se utilizan diversas tecnologías que permiten identificar con precisión el origen del problema.
El siguiente paso es evaluar la severidad de la alteración o afectación auditiva, particularmente en casos relacionados con el oído interno, para así seleccionar la solución tecnológica más apropiada.
“Los auxiliares auditivos y los implantes cocleares presentan diferentes beneficios, según la severidad de la hipoacusia y las características clínicas de cada caso”, comenta el Dr. Gonzalo Corvera, Director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C.
Auxiliares auditivos o implantes cocleares, ¿cuáles son mejores?
La hipoacusia se categoriza por niveles de gravedad: leve, moderada, severa y profunda, en función del grado de deterioro auditivo.
Los auxiliares auditivos son una buena opción para quienes presentan pérdida de audición leve o moderada. Su función principal es amplificar los sonidos, lo que permite una mejor comprensión auditiva. Se trata de aparatos externos, discretos y cómodos de usar durante todo el día. Asimismo, suelen ser económicamente más accesibles que los implantes cocleares, y el proceso de adaptación tiende a ser más sencillo y rápido.
“Los dispositivos auditivos complementan la función del oído natural al permitir una mejor captación de los sonidos del entorno. Sin embargo, cuando la pérdida auditiva es severa o profunda, estos aparatos no logran facilitar la comprensión del lenguaje hablado. En estos casos, la capacidad auditiva residual es muy limitada, y aunque se intente estimularla, no resulta suficiente para lograr una audición funcional”, destaca el Dr. Gonzalo Corvera.
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¿Qué son los implantes cocleares?
Por otra parte, los implantes cocleares son dispositivos electrónicos que reemplazan la función del oído natural. Por ello, son especialmente adecuados para personas con pérdida auditiva severa o profunda, en las que los audífonos no son suficientes para facilitar la comprensión del habla.
También son una opción a considerar para aquellos que sufren de pérdida auditiva progresiva, donde inicialmente los audífonos eran eficaces, pero con el tiempo han perdido su efectividad.
“En situaciones de pérdida auditiva severa a profunda, los implantes cocleares pueden ser la única alternativa para recuperar una audición funcional. Estos dispositivos se colocan mediante una intervención quirúrgica en el oído interno y transforman los sonidos en impulsos eléctricos que estimulan directamente el nervio auditivo, mejorando la claridad de los sonidos y facilitando una comprensión más completa del habla”, señala el Director del Instituto de Otología y Neurotología S.C. (IMON).
Cabe destacar que la decisión entre audífonos e implantes cocleares es personalizada y depende de cada individuo. En una clínica especializada en neuro-otología se realizará una evaluación detallada de la pérdida auditiva, las necesidades particulares y el estilo de vida, con el fin de ofrecer la mejor orientación.