La nutrición de un niño con diabetes es exactamente igual a la de un niño que no tiene diabetes. Esto significa que los niños con la afección necesitan los mismos nutrientes que un niño que no presenta esta condición. Es por eso por lo que todos los padres deben asegurar una alimentación sana para garantizar su desarrollo.
Es cierto que la única diferencia en niños con diabetes es que su cuerpo no produce la insulina necesaria para mantener los niveles de glucosa en rangos estables. Por eso, necesitan insulina exógena para mantener sus niveles de glucosa totalmente controlados. La meta es, por tanto, un equilibrio entre la cantidad de insulina y la cantidad de carbohidratos que se consumen.
¿Pueden comer carbohidratos los niños con diabetes?
Los carbohidratos son la gasolina para nuestro cuerpo y es que se convierten en glucosa en la sangre. Es por eso por lo que es uno de los alimentos con más importancia en las personas con diabetes ya que elevan la glucosa en sangre. Así que si privamos a los niños de los carbohidratos necesarios, no tendrían la energía necesaria.
Está claro que los niños necesitan carbohidratos para su crecimiento y desarrollo. No se deben limitar, pero sí es cierto que hay que poner atención al tipo de carbohidratos, ya que no todos son iguales. Concretamente, están presentes en:
- Cereales y almidones
- Leche y yogurt
- Frutas
- Dulces y azúcar
Lo ideal sería optar por carbohidratos integrales como legumbres y panes, que contienen mucha fibra. Esta ayuda a que los carbohidratos se absorban de forma más lente y previene los picos de elevación en los niveles de glucosa en sangre. En cuanto a las comidas de un niño, cada una debe incluir:
- Carbohidratos: granos, cereales integrales, frutas naturales y vegetales
- Grasas saludables: aceite de oliva, aguacate, nueces, etc.
- Proteína: huevo, pésanos, pollo y carnes magras
- Vegetales sin almidón: pepino, lechuga, pimentón, tomate, zanahorias, brócoli
¿Puede comer dulces?
La respuesta es sí. Antes de ser una persona con diabetes es un niño y en algunos eventos como fiestas y cumpleaños estará expuesto a pasteles o dulces. Lo que hay que hacer es estimar la cantidad de carbohidratos y calcular la dosis adecuada de insulina para cubrir el pastel. Es decir, la clave está en la planeación.
Antes y después de la comida debes hacer uso del monitoreo de glucosa, para así asegurarte que la dosis de insulina fue la correcta. Aunque es importante que sepas que no debes abusar de este tipo de alimentos, puesto que no tienen un gran aporte nutrimental, aunque es importante también que tu hijo se sienta “normal” al participar en este tipo de celebraciones.