Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que por cada mil derechohabientes deben existir al menos 2.5 camas censables; sin embargo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se encuentra por debajo de esta meta debido a que su infraestructura no ha crecido demasiado en los últimos años.
No obstante, en 2016 el IMSS firmó un acuerdo con la finalidad de establecer la universalización en los servicios de salud, lo que representa que la institución deberá compartir su infraestructura a más derechohabientes que no necesariamente pertenecen al Seguro Social.
De acuerdo con El Financiero, el IMSS cerró el 2016 con un total de 63 millones 480 mil 327 personas afiliadas y con 33 mil 26 camas censables, lo que significa que por cada mil derechohabientes hubo 0.52 camas disponibles, es decir, la cifra más baja desde 2011.
Si se toma en cuenta el objetivo de la OMS, el número de camas disponibles en el IMSS debería ser de 151 mil, es decir, 126 mil más de las que el Seguro Social tiene registradas en la actualidad.
La Secretaría de Salud, ISSSTE e IMSS firmaron en abril de 2016 el Acuerdo Nacional hacia la Universalización de los Servicios de Salud, con el fin de coordinar y articular acciones que permitan a la ciudadanía tener acceso eficaz a los servicios de salud sin importar su edad, residencia, condición social o laboral y sin restricciones financieras.
Otros rubros que muestran estancamiento en el IMSS son: consultorios, cubículos de atención, gabinetes de radiología, laboratorios, bancos de sangre y farmacias.