Conocer la tasa de fecundidad de un país es crucial porque se trata de un indicador que funciona como la base para la planificación económica, social y de servicios públicos a largo plazo. Aunque algo que llama la atención es la disparidad actual incluso entre naciones que son de una misma región.
Con el pasar de los años se han modificado los hábitos de las personas. En la actualidad prevalece la intención de formar una familia en una parte considerable de la población. Pero algo que ha cambiado bastante es el deseo de tener hijos.
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Pero antes, ¿qué es la tasa de fecundidad?
La tasa de fecundidad se refiere a la frecuencia con la que ocurren los nacimientos con relación a la población femenina en edad de procrear.
Al revelar el número promedio de hijos por mujer se observa el potencial de crecimiento o decrecimiento de la población y su estructura futura.
Además es una estadística importante porque elimina las distorsiones causadas por la estructura de edad de una población, a diferencia de la tasa bruta de natalidad.
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¿Cuáles son los países con la tasa de fecundidad más alta en Latinoamérica?
De acuerdo con un reporte de Statista realizado a partir de las cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en la actualidad el país con la tasa de fecundidad más alta en la región es Paraguay con un promedio de 2.4.
Mientras que más abajo en la lista se encuentran naciones como Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela con cifras que varían entre 2 y 2.3.
¿Cuáles son los países con la tasa de fecundidad más baja en Latinoamérica?
Dentro del mismo análisis también se menciona a los países con la tasa de fecundidad más baja en la región y son Chile y Uruguay con menos de 1.6.
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¿Para qué sirve la tasa de fecundidad?
La tasa de fecundidad le permite a los países anticipar su futuro demográfico, además de prepararse para sus desafíos económicos y diseñar políticas que promuevan un desarrollo sostenible y equitativo para toda la población.
- Proyección y planificación de servicios públicos. La tasa es vital para que el gobierno pueda predecir la demanda futura y diseñar políticas públicas adecuadas.
- Estructura de edad y economía. La fecundidad es el principal motor que moldea la pirámide poblacional del país, lo cual tiene profundas implicaciones económicas.
- Asuntos sociales y de género. El análisis de la tasa desglosada por grupos de edad o nivel socioeconómico es fundamental para abordar desigualdades.
