El consumo de refrescos y bebidas azucaradas es una práctica que se ha normalizado alrededor del mundo. El inconveniente es que se trata de acción que está relacionada con el desarrollo de una gran cantidad de enfermedades y problemas de salud. De hecho es uno de los motivos por los cuales cada vez más gobiernos exigen una regularización e incluso se han implementado medidas especiales.
Una de las estrategias más recientes que han adoptado algunas naciones es la aplicación de un impuesto adicional a las bebidas azucaradas. Además en algunos países existen los sellos de advertencia que se colocan en los empaques de los productos con altos índices de azúcares, grasas o calorías.
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¿Cuáles son los países con mayor consumo de refrescos en el mundo?
Para identificar a los países con mayor consumo de refrescos la base de datos Statista realizó una encuesta global e identificó a las naciones con mayor porcentaje de personas que ingieren este tipo de bebidas de manera cotidiana.
- México – 62%
- Nigeria – 61%
- Estados Unidos – 56%
- Reino Unido – 55%
- Argentina – 51%
- Chile – 49%
- España – 46%
- Brasil – 45%
- India – 42%
- Francia – 41%
- Japón – 30%
¿Cuánto refresco consumen los mexicanos?
Como se puede observar, el primer lugar mundial en consumo de refrescos lo ocupa México. Para dimensionar la cifra, la Secretaría de Salud (SSA) afirma que un mexicano ingiere, en promedio, 166 litros de refresco al año.
Sumado a lo anterior, se estima que 7 de cada 10 niños y adolescentes consumen diariamente al menos un refresco. Esta situación deriva en que cuatro de cada 10 niños y adolescentes presentan sobrepeso y obesidad.
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Enfermedades asociadas con el consumo de refrescos y bebidas azucaradas
- Obesidad y aumento de peso. Una de las consecuencias más directas del consumo de estas bebidas es el aumento de peso. Contienen una gran cantidad de calorías que no generan sensación de saciedad, lo que lleva a las personas a consumir más calorías de las que necesitan.
- Diabetes tipo 2. El consumo regular y elevado de azúcares añadidos puede llevar a la resistencia a la insulina, una condición en la que el cuerpo no utiliza la insulina de manera eficiente. Esto obliga al páncreas a producir más y más insulina, lo que con el tiempo puede provocar el agotamiento de las células productoras de insulina y el desarrollo de la diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares. El alto consumo de azúcar se ha relacionado con factores de riesgo para enfermedades del corazón, como la presión arterial alta, los niveles elevados de triglicéridos (un tipo de grasa en la sangre) y un bajo nivel de colesterol HDL (el “colesterol bueno”). Estos factores aumentan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
- Enfermedades dentales. Los azúcares en los refrescos son alimento para las bacterias en la boca. Estas bacterias producen ácidos que disuelven el esmalte de los dientes, lo que puede provocar caries y otros problemas dentales.
- Enfermedades hepáticas. El azúcar que se consume en forma de bebidas (especialmente la fructosa) es procesado por el hígado. Un consumo excesivo puede sobrecargar el hígado, lo que puede llevar a la acumulación de grasa en este órgano, una condición conocida como hígado graso no alcohólico. Con el tiempo, esto puede progresar a daños hepáticos más graves.