Todas las personas están expuestas a padecer problemas de salud mental y eso incluye a los médicos. De hecho, uno de los errores más comunes que cometen es enfocarse en el bienestar de los pacientes pero descuidar el propio. Para que eso no te ocurra a ti es importante seguir las siguientes indicaciones.
El tema viene a colación porque cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. La fecha surgió para promover la prevención y las medidas adecuadas para evitar padecer este tipo de problemas.
En la actualidad no existen cifras oficiales pero de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen al menos mil millones de personas con un padecimiento mental. Por lo tanto, 1 de cada 7 individuos están en riesgo.
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Consejos para médicos, ¿cómo deben cuidar su propia salud mental?
Dicho todo lo anterior, a continuación te compartimos una guía práctica para el cuidado de la salud mental de los médicos dentro de su lugar de trabajo. La vida al interior de los hospitales y clínicas siempre es complicada pero nunca debes olvidar que el paciente más importante siempre es uno mismo.
Mantén un estilo de vida adecuado
- Prioriza el sueño: El agotamiento es uno de los principales detonantes del estrés. Intenta mantener una higiene del sueño estricta (horarios regulares y un ambiente oscuro y tranquilo) siempre que sea posible.
- Mantén una nutrición correcta: Evita depender únicamente de la cafeína y la comida rápida para sobrellevar los turnos largos. Planifica comidas nutritivas que proporcionen energía estable.
- Realiza ejercicio físico con frecuencia: El ejercicio regular es una herramienta poderosa para reducir el cortisol (la hormona del estrés) y mejorar el estado de ánimo. Incluso una caminata de 15 minutos puede marcar la diferencia.
Disfruta tu vida fuera del trabajo
- Practica la desconexión digital: Define un horario fijo para dejar de revisar correos electrónicos del hospital o mensajes laborales. Evita llevar el trabajo a casa de forma constante.
- Aprende a decir “no”: Reconoce tu capacidad y tus límites. Aceptar responsabilidades adicionales cuando ya estás sobrecargado conduce al burnout. Está bien rechazar peticiones que comprometan tu tiempo de descanso.
- Protege tu tiempo personal: Asegúrate de tener al menos una actividad regular que sea completamente ajena a la medicina y que no se pueda cancelar fácilmente.
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Conoce a otros otros médicos
- Mantén tu red social: No te aísles. Haz un esfuerzo por mantener contacto regular con amigos y familiares que no están en el campo de la medicina, ya que te ofrecen una perspectiva fuera del hospital.
- Únete a grupos de apoyo entre médicos: Compartir experiencias con otros colegas que entienden el ambiente único y las presiones del entorno médico puede ser increíblemente terapéutico. Cuidar de ti mismo no es un lujo; es una necesidad profesional para poder seguir cuidando de otros de manera efectiva.
Desarrolla tu resiliencia emocional
- Busca apoyo profesional: Considera la terapia psicológica. Un terapeuta puede ayudarte a desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables para el estrés, el trauma y la culpa. Recuerda que buscar ayuda es un acto de fortaleza, no de debilidad.
- Desarrolla la conciencia plena (mindfulness): Dedica unos minutos al día a la meditación o a la respiración consciente. Esto te ayudará a “anclarte” en el momento presente y a reducir la rumiación sobre errores pasados o preocupaciones futuras.
- Establece un “debriefing” con colegas: Después de un caso difícil o traumático, habla sobre la experiencia con un colega de confianza. Compartir las cargas emocionales evita que el trauma se procese en aislamiento.
- Practica la autocompasión: Sé amable contigo mismo. Recuerda que eres humano y que cometer errores es parte del aprendizaje. Trátate con la misma empatía que le ofreces a tus pacientes.