Autoridades sanitarias, médicos y especialistas congregados en la reunión anual XXVII simposio de la Asociación Española de la Industria Farmacéutica (AEFI), celebrado en la ciudad de Barcelona, dieron a conocer un balance relacionado con la incorporación y actualización de diferentes terapias innovadoras y fármacos a través de la producción de insumos farmacológicos de carácter biológico en Europa.
Se trata de una evolución de la lista de medicamentos que, para finales de este año, será en un 40 por ciento de origen biológico.
En este sentido, José Antonio Pérez, técnico inspector del Servicio de Control Farmacéutico y Productos Sanitarios del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, en España, reconoció que el avance de esta tendencia, que por muy poco es casi la mitad de todos los insumos de la industria, deja ver la relevancia de retomar su análisis en aras de reorganizar las políicas públicas en materia de salud.
En los próximos años se calcula que hasta el 40 por ciento de los nuevos fármacos serán biológicos. Esto da una clara muestra de la importancia que tienen dentro de la innovación farmacológica.
Por su parte, la doctora Sol Ruiz, titular de la División de Productos Biológicos, Terapias Avanzadas y Biotecnología de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), reconoció que la evolución de la imagen de este tipo de productos ha sido benéfica para la industria, ya que ahora se maneja otro discurso al respecto. Sobre sus beneficios y alcances.
Casi cada mes hay nuevas opiniones positivas sobre medicamentos biológicos, y cada vez también hay más presencia de los biosimilares. El trabajo sobre anticuerpos monoclonales es uno de los que más está avanzando.
El medicamento biológico en México
Sin embargo, un análisis más preciso permite identificar que debido a la investigación precisa y por demás costosa, el precio de este tipo de insumos farmacológicos es de difícil acceso para el grueso de la población.
En nuestro país, la disputa entre los medicamentos genéricos y los de patente (que podrían relacionarse, en este caso, como aquellos primarios en el campo de la industria biológica) suponen un comportamiento del paciente, visto ahora como consumidor, que se decantaría por el de menor costo.
En este caso, la respuesta cuasi natural sería una apuesta por los medicamentos biosimilares, que, en palabras del doctor Julio Maset, director científico corporativo de Grupo Infarco:
Aunque se trata de un medicamento que cada vez atrae más la atención de la industria, su desarrollo sigue suponiendo grandes inversiones. Desarrollar ahora mismo un biosimilar puede costar entre 50 y 150 millones de euros. Pero esto es ahora, porque estamos todavía aprendiendo. Estoy convencido de que este precio se irá reduciendo en el futuro, a medida que sean necesarios menos ensayos clínicos.
Te recomendamos leer: Industria farmacéutica europea ha perdido más de 30 por ciento desde 2001
Imagen: Pixabay