Lo que para ti puede ser insignificante, para tus pacientes puede ser algo de gran valor.

Esos simples pormenores pueden hacer que tus pacientes vivan grandes momentos en tu consultorio. Así que para mantener a los que ya te honran con su presencia y para ganarte la confianza de nuevos pacientes, aquí tienes algunos sencillos consejos para que los hagas felices con detalles muy sencillos:

Personaliza tu comunicación

Cada uno de tus pacientes debe recibir de tu parte un trato relajado y humano. Mira a los ojos de tus pacientes y pregúntales si se encuentran bien, cómo está su familia. Háblale por su nombre, escúchalo y no lo interrumpas. Dale información clara, relevante y sin tecnicismos que no se pueden entender.

Ocúpate de la decoración

Más allá del consultorio limpio y de los muebles cómodos, busca que tu consultorio esté cercano a un ambiente casero, más familiar y humano para que tus pacientes se sientan bien y se olviden por un momento de su problema de salud. Haz que ese espacio sea cálido, donde abunde la confianza.

No te olvides de los más pequeños

Si eres pediatra o simplemente buscas un lugar en donde los niños se sientan cómodos mientras esperan pasar a tu consultorio, te recomendamos pintar una de las paredes con dibujos llamativos y colores brillantes. Puede ser cualquier temática, desde un safari hasta una escena marina. Te aseguramos que a los niños les encantará.

Coloca una cafetería

Algunas veces los pacientes deben esperar largo rato antes de verte. Mientras se encuentran en la sala de espera, ¿por qué no ofrecerles un té, un café o botanas nutritivas? Este gesto hará más llevadera la estancia en el consultorio.

Internet gratis

Esa espera de la que hablamos puede ser más agradable si permites que tus pacientes tengan acceso gratuito a internet. Hasta podrías colocar un teléfono público para quien lo necesite.

Haz todo lo que esté de tu parte para que la experiencia del paciente en tu consultorio sea agradable.