Existen en el marcado algunos modelos de impresoras 3D de medicamentos, siendo la principal desventaja de todas ellas su costo de producción, lo que provoca que no sean accesibles para cualquier centro de salud y por consecuencia, los medicamentos fabricados tampoco se encuentren al alcance de cualquier paciente. Sin embargo, eso puede estar a punto de terminarse gracias a una innovación creada por investigadores de la Universidad de Glasgow (UG), quienes desarrollaron un nuevo sistema de impresión y análisis químico 3D de medicamentos, el cual se diferencia del resto por su proceso más económico.
En este caso, los desarrolladores basaron su impresora 3D en un modelo personalizado para la síntesis de medicamentos a partir de módulos de plástico que pueden ensamblarse fácilmente en cualquier sitio a bajo costo, por lo que no se requiere de instalaciones especializadas.
Al respecto, la profesora Lee Cronin de la UG explicó que las ventajas que ofrece la impresora son un acercamiento a la universalidad de la salud, una distribución más eficiente y un sistema más barato.
Estoy segura de que el sistema que desarrollamos cambiará por completo la forma en la que fabricamos sustancias químicas y posiblemente medicamentos en la actualidad porque ahora resultará mucho más económico, lo que impactará en varios sectores. Lo que tenemos previsto es que de manera paulatina aumentará la confianza de los pacientes con respecto a los medicamentos fabricados con nuestra impresora.
Por otra parte, se debe recordar que el año pasado la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) adquirió la primera impresora 3D de medicamentos en territorio mexicano.
A su vez, no sólo se han creado impresoras 3D de medicamentos sino también para otras funcionalidades en el campo de la salud, como la creada por investigadores de la Universidad de Washington (UW) para reparar lesiones óseas mediante el desarrollo de huesos nuevo.