El actual estado de la salud pública mexicana es delicado debido a la acumulación de muchos años. Los gobiernos pasados no se preocuparon por invertir y mejorar las instalaciones, lo que hoy causa molestias. El querer solicitar atención requiere al menos un par de horas en la sala de espera. La situación cada vez luce más complicada y parece no existir una solución real.
El caso del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es el más preocupante. Actualmente tiene un pasivo de 20 mil millones de pesos, lo que golpea de forma directa en sus finanzas. Además, las políticas de la nueva administración se han enfocado en la reducción de gastos. Aunque eso ha propiciado que varios miles de trabajadores hayan sido despedidos a lo largo del año.
A pesar del panorama oscuro, la prioridad es garantizar el correcto abastecimiento de medicamentos. Así lo indicó Luis Antonio Ramírez, director del ISSSTE, quien dijo que es una situación pasajera.
No, en nuestro caso no, tenemos todo el apoyo del presidente de la República. Él está consciente, convencido de que el sector salud es una prioridad. En ese sentido el ISSSTE hará un enorme esfuerzo para tratar de garantizar una mejor atención, un mejor servicio al derechohabiente.
De igual forma, el funcionario explicó que una de sus mayores preocupaciones son sus empleados. Actualmente el ISSSTE cuenta con 2.9 millones de trabajadores, quienes atienden a 13 millones de derechohabientes. Por eso, se pretende mejorar las condiciones de todos los que laboran.
Muchas promesas, pocos resultados
Pese a lo indicado, el mayor problema es no se mencionó la manera real en que se plantea cambiar la situación. Muchas de las promesas de mejora se han manejado desde hace varios años sin que existe una solución verdadera. Ya se conocen las deficiencias del ISSSTE, pero ahora es momento de que realmente exista una transformación.