En las últimas décadas el cáncer ha mostrado un incremento exponencial tanto en el número de nuevos pacientes como en las muertes que provoca, lo que se entiende al observar que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año provoca el fallecimiento de 8.2 millones de personas a nivel global.
En ese sentido, el gobierno de Kuwait anunció una medida que ha sido controvertida y algunos han acusado de discriminación debido a que se convirtió en el primer país del mundo en prohibir la residencia a extranjeros enfermos con cáncer.
De acuerdo con las autoridades del país árabe, la medida tiene como objeto el reducir los gastos en servicios médicos generados por extranjeros, además de que también busca que todos los extranjeros que busquen vivir en Kuwait sean aptos para trabajar.
Es por eso que esta imposición no sólo se aplica con el cáncer, sino también con otras enfermedades no infecciosas como diabetes, presión arterial alta e insuficiencia renal, entre otras.
Por su parte, quienes defienden la medida argumentan que el 70 por ciento de la población del país está compuesto por extranjeros, por lo que al implementar esta nueva normativa se ayudará a reducir la carga financiera de los servicios de salud.
De igual forma, una parte nacionalista del país ha comentado que los extranjeros han comenzado a saturar los hospitales de Kuwait, por lo que esperan que la medida sirva para que ahora los nosocomios sólo atiendan a habitantes que lo requieran.
Por otra parte, dentro del terreno nacional, la medida recuerda lo ocurrido a finales del año pasado cuando un hospital de Oaxaca se negó a recibir la donación de sangre de una mujer tan sólo por ser lesbiana, situación que de inmediato fue acusada de racismo.