A principios de esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer su nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), documento en el que finalmente se ha dejado de considerar a la transexualidad como una enfermedad mental. Sin embargo, decisión de la OMS no es la única buena noticia para la comunidad LGBTTTI internacional, pues también esta semana Australia dio a conocer la primera guía para el cuidado de la salud de niños y adolescentes transgénero y de género diverso en el mundo.

Las directrices fueron publicadas dentro del Medical Journal of Australia por el Royal Children’s Hospital Melbourne, quien consideró necesario elaborar dicho documento ante el creciente número de casos referidos de niños transgénero que se ha registrado en los últimos 5 años, no sólo en la nación oceánica, sino en buena parte del mundo occidental.

Según se detalla, la guía fue creada tomando en cuenta no sólo la opinión de médicos especializados en la atención médica de este grupo demográfico, sino también la opinión de miembros de la propia comunidad LGBTTTI, sus familias y organizaciones de apoyo.

Dentro de la guía se incluyen, entre otros temas:

• Las decisiones relativas a la identidad de género de una persona joven deben de ser tomadas principalmente por el niño o adolescente, en conjunto con su familia y el personal de salud.
• Cada caso es único y cada individuo cuenta con sus propias necesidades. Por tal motivo, las opciones de intervención apropiada pueden variar de persona en persona.
• Las terapias de “conversión” o “reparación”, las cuales se encuentran orientadas a cambiar la identidad de género de una persona para alinearse de mejor modo con su sexo asignado al nacer, son altamente condenadas.

Asimismo, la guía australiana hace énfasis en la necesidad de abordar los temas referentes a salud desde diferentes ángulos y cuenta con apartados bien diferenciados sobre como brindar atención a los pacientes antes y después de la pubertad.

No cabe duda que el mundo se encuentra cambiando a pasos acelerados y los cambios sociales cada vez mayores implicaciones para el cuidado de la salud y la medicina. Y tú, ¿crees que hace falta una guía de este tipo en nuestro país?