Desafortunadamente, dentro del sector salud la estructura de poder no siempre es la ideal. Existe un amplia variedad de jefes que son terribles para la atención médica. Sin importar su estilo de gestión, tienden a empeorar el espacio de trabajo de sus colaboradores. No solo esto es frustrante, sino que el liderazgo deficiente siempre afecta el servicio que reciben los pacientes.
Eventualmente conocerás a un jefe que no sepa cómo dirigir a su equipo. Podrá ser una experiencia profesional muy maña, pero debes aprender a ver más allá. Cuando estés en esa posición, podrás experimentar cuatro valiosas lecciones sobre el liderazgo. A través de este aprendizaje podrías convertirte, algún día, en un modelo a seguir mucho más efectivo:
1Si quieres lealtad de otras personas, demuéstrala
Hay personas sin escrúpulos que tratan a sus colaboradores con poco respeto. Un liderazgo efectivo necesita que las personas del equipo lo apoyen en proyectos. Sin embargo, este soporte no va a existir si primero no surge de arriba hacia abajo. Antes de pedirle a la gente que haga algo por ti, debes demostrar esa misma disposición de tu parte. Si no, la confianza se fractura.
2Un liderazgo efectivo no encubre los problemas
Es inútil intentar disimular o ignorar los retos, porque tarde o temprano terminarán por surgir. Si un jefe no informa a su equipo sobre este tipo de desafíos, no podrá utilizar sus habilidades para resolverlos. Si son los mismos colaboradores quienes los detectan, no se pueden enterrar estas preocupaciones. Deben atenderse, para no crear la impresión de que no importa su opinión.
3Admitir las equivocaciones fomenta la confianza
Un liderazgo médico no es infalible. Tampoco debería ser su objetivo. Tratar de dar a entender esta idea al equipo solamente los hará distanciarse más de la autoridad. Conforme más humano y vulnerable se muestre un jefe, más fácil será abordarlo y comprenderlo. Al mismo tiempo, se sienta un precedente. Los colaboradores se sentirán también en la confianza de abrirse al resto.
4La innovación muere cuando se evita la retroalimentación y las ideas
Para cualquier negocio y organización, la innovación es fundamental. Pero un jefe que no sabe apreciar o simplemente no quiere oír nuevas ideas mata ese espíritu. Todavía peor, se pueden ignorar problemas fundamentales en la operación de un centro médico. Es importante que el liderazgo siempre esté abierto a visiones distintas. Solo así se puede crecer.