En México, más del 75% de la población vive con obesidad o sobrepeso, un problema que ya representa la principal amenaza sanitaria y económica del país.Lilly presentó la iniciativa El Peso del Estigma para transformar la narrativa en torno a esta condición y promover un abordaje médico basado en evidencia. Expertos advierten que el prejuicio sigue siendo la barrera más fuerte para acceder a un tratamiento digno y oportuno.
Un problema de salud pública que exige cambio de paradigma
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una enfermedad crónica, progresiva y tratable que afecta a más de 650 millones de personas en el mundo y cuya prevalencia se ha triplicado desde 1975. En México, 31 millones de adultos viven con obesidad y otros 32 millones con sobrepeso, lo que equivale a tres de cada cuatro mexicanos en riesgo de desarrollar complicaciones como diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
El costo asociado a la atención de estas comorbilidades podría incrementar hasta 49% hacia 2030 y alcanzar los 1.7 mil millones de dólares en 2050, según estimaciones citadas por Lilly.
El Peso del Estigma: transformar la narrativa
En este contexto, Lilly lanzó la campaña El Peso del Estigma, una iniciativa que busca reposicionar la obesidad como una enfermedad que requiere tratamiento integral y libre de prejuicios.
“Estamos en un punto de inflexión en el abordaje de la obesidad. Contamos con soluciones innovadoras que pueden transformar millones de vidas, pero el estigma sigue siendo una barrera para recibir atención”, señaló Karla Alcázar, presidente y gerente general de Lilly Latinoamérica.
La farmacéutica apuesta por terapias que actúan de manera dual, regulando tanto el apetito como el metabolismo de la glucosa, lo que mejora la eficacia frente a los tratamientos tradicionales. Sin embargo, sus directivos subrayan que estos medicamentos deben usarse únicamente bajo supervisión médica y en contextos autorizados.
Novo Nordisk y el precedente en obesidad
La estrategia de Lilly encuentra un paralelo con el caso de Novo Nordisk, pionera en terapias para obesidad y diabetes. Su medicamento semaglutida, comercializado como Wegovy, se convirtió en un parteaguas al ser el primer tratamiento aprobado por la FDA específicamente para la pérdida de peso sostenida.
Al igual que Lilly, Novo Nordisk acompañó el lanzamiento con campañas de sensibilización sobre el estigma del peso, subrayando que la obesidad no es una elección individual sino un problema multifactorial. Sin embargo, la alta demanda global de estos fármacos abrió un debate sobre acceso, disponibilidad y uso indebido para fines estéticos.
Este paralelismo muestra que la innovación farmacéutica no puede desligarse de la educación en salud pública y de políticas que garanticen un uso responsable y equitativo.
Impacto social y responsabilidad compartida
Organizaciones civiles como Obesidades destacan la importancia de visibilizar la experiencia de los pacientes y promover un lenguaje respetuoso en medios y consultorios. El reto es doble: combatir la epidemia metabólica y desmantelar el estigma que aún persiste.
Con iniciativas como la de Lilly, el abordaje de la obesidad entra en una nueva etapa en México: de una visión reduccionista y culpabilizadora hacia un reconocimiento médico y social de su complejidad.