El litio es un elemento químico al que desde la década de los 30 se le han atribuido un sinfín de propiedades que ayudarían a reducir el deterioro cognitivo.
Tal elemento se encuentra de forma natural en el agua potable, aunque su concentración varia según la zona del mundo en la que nos encontremos, lo que puede variar incluso en un mismo país. En este sentido, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, dio a conocer que la exposición a altos niveles de litio en agua potable está relacionado con un menor índice de demencia.
Los expertos hallaron que las personas tenían un 17 por ciento menos de riesgo de desarrollar demencia en aquellos lugares donde los niveles de litio en el líquido eran más elevados. Incluso se ha demostrado en pruebas desarrolladas en animales, que este elemento ayuda a mejorar el aprendizaje y la memoria.
En humanos, el litio se utiliza para tratar a pacientes que padecen bipolaridad, al estabilizar los estados de ánimo de personas con esta condición. De igual forma, algunos estudios han hallado que también ayudaría a reducir el riesgo de contraer enfermedades como el Alzheimer.
Los científicos daneses piensan que agregando más litio al agua de la llave se podrían evitar miles de casos de demencia. Sin embargo, esto no es tan sencillo, pues dependiendo de la dosis este compuesto puede tener efectos negativos. Una investigación realizada en Suecia en 2011 informó que el exceso de litio en el agua puede provocar hipotiroidismo.
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Copenhague, los efectos positivos contra la demencia empiezan a notarse en una concentración entre 15 y 21 micrógramos por litro.