¿Los médicos deberíamos escribir más?

En esta, mi primera colaboración para Saludiario, quisiera compartirles esa inquietud y ese deseo de comunicarme con la comunidad médica de nuestro querido México, que me llevó a aceptar esta generosa invitación, sin siquiera pensarlo. Deseo compartir con todos ustedes mis experiencias al cabo de ya muchos años como ginecólogo y también una larga temporada trabajando en la industria farmacéutica, y además deseo invitarles a que tengamos una activa interacción.

En otras palabras, deseo transmitirles la misma invitación que yo recibí para escribir en este espacio, para hacer de esta columna un sitio de diálogo y respetuosa discusión. ¿Les parece?

Estoy convencido de que en esta época en la que todo es urgente, en la que todos estamos saturados de actividades y compromisos, en los que la inmediatez va ganando terreno sobre lo duradero y lo realmente importante, necesitamos una pausa y un espacio para recapacitar y dialogar acerca de lo que sigue siendo sinceramente relevante para nosotros, como profesionistas y personas, así como para nuestros queridos pacientes.

¿Cuántos de nosotros escribimos una nota o un comentario en redes sociales? Creo que pocos hemos podido resistirnos a esa moderna tentación, y sin embargo muchos vamos perdiendo esa hermosa costumbre de escribir una carta o el reporte de un caso clínico interesante o la publicación médica de una investigación clínica.

Personalmente, me sorprendo de tantas abreviaturas que leo en los expedientes cínicos y en los correos electrónicos, ya no solo con términos médicos largos y complejos sino incluso con nombres propios y palabras sencillas y cortas.

¿Qué nos impulsa a escribir menos, aún a costa de poner en riesgo el entendimiento y la comunicación misma? ¿Es una deformación profesional del médico, sobre todo del médico joven, o también ocurre de manera similar en otras profesiones y en otros ámbitos?

También me sorprendo de que yo mismo, al igual que prácticamente todos mis compañeros, no tengo una casuística formal acerca del número de pacientes con determinada enfermedad o procedimiento, lo cual me priva hoy de la posibilidad de transmitir mi experiencia profesional formal más allá de interesantes anécdotas.

Entonces, en esta pequeña nota quiero invitarlos a que por favor me escriban para sugerirme temas que les son de su interés, para compartirme sus comentarios acerca de situaciones que les parezcan que merecen difusión y discusión, con la certeza de que esta columna es desde ya un espacio público y un sitio común de encuentro de ideas y opiniones de todos esos temas que nos interesan y que deseamos compartir, en un ambiente de tolerancia, respeto y armonía.