La anemia infantil es un problema de salud pública en México, especialmente en zonas con bajos ingresos o con acceso limitado a alimentos frescos y nutritivos. Esta condición, provocada mayormente por la deficiencia de hierro, puede afectar el desarrollo cognitivo, la energía y el crecimiento saludable de los niños. La buena noticia es que muchos alimentos tradicionales mexicanos son excelentes fuentes de hierro y pueden incorporarse fácilmente a la dieta infantil.
Existen dos tipos de hierro
Existen dos tipos de hierro en los alimentos: el hierro hemo, presente en productos de origen animal y de mejor absorción, y el hierro no hemo, que se encuentra en alimentos vegetales. Ambos son importantes, y su combinación con vitamina C mejora notablemente la absorción.
Entre los alimentos mexicanos ricos en hierro hemo, destacan:
- Hígado de res o pollo: uno de los alimentos con mayor concentración de hierro. Cocinado adecuadamente, puede ofrecerse en pequeñas porciones a los niños desde el inicio de la alimentación complementaria.
- Carne de res magra: aporta hierro y proteínas de alta calidad. Es ideal prepararla molida o en guisos suaves.
- Pescado y mariscos, como sardinas, almejas o camarones, que también contienen buen aporte de hierro y otros minerales.
Por otro lado, en el grupo de alimentos con hierro no hemo, destacan muchos productos tradicionales:
- Frijoles y lentejas: base de la alimentación mexicana, son ricos en hierro vegetal. Para mejorar su absorción, se recomienda combinarlos con jitomate, limón o naranja.
- Verduras de hoja verde, como acelgas, espinacas y quelites, utilizadas en caldos o guisados.
- Amaranto: cereal ancestral que no solo es fuente de hierro, sino también de calcio y proteínas. Puede añadirse en atoles, panes o galletas caseras.
- Tortilla de maíz nixtamalizado: aunque no es muy alta en hierro, forma parte esencial de la dieta y puede combinarse con otros alimentos ricos en este mineral.
Se debe fomentar una alimentación variada para evitar la anemia infantil
Es fundamental acompañar estos alimentos con fuentes de vitamina C (como naranja, guayaba, mango o jitomate) y evitar darles con café, té o leche en exceso, ya que pueden inhibir la absorción del hierro.
Fomentar una alimentación variada, basada en ingredientes locales y tradicionales, es clave para prevenir la anemia en la infancia. Con una cocina nutritiva y accesible, se puede proteger la salud de los más pequeños desde sus primeros años de vida.