Una de las molestias más comunes en las personas es el dolor de espalda y al mismo tiempo está rodeado de múltiples mitos. De ninguna forma es un tema menor porque muchas veces puede conducir a falsas creencias o incluso evitar acudir con un profesional de la salud.
En ese sentido, es fundamental hacer hincapié en que este tipo de padecimientos sólo los puede revisar un médico. El primer paso es acudir con un doctor general y, en caso de ser necesario, puede referir con especialistas como ortopedistas, fisiatras o angiólogos.
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¿Con quiénes NUNCA se debe acudir?
De ninguna manera se debe ir con otro tipo de personas como hueseros, sobadores o curanderos. En todos los casos se trata de personas sin una formación médica profesional y su “conocimiento” lo basan en tradiciones ancestrales que carecen de evidencia científica.
Principales mitos acerca del dolor de espalda
De regreso con el tema central, la Dra. Meghan Murphy, neurocirujana en el Sistema de Salud de Mayo Clinic en Mankato, compartió algunos de los principales mitos relacionados con el dolor de espalda y la realidad detrás de cada uno.
Mito: Levantar objetos pesados es la principal causa de dolor de espalda.
Realidad: Levantar objetos pesados con una postura incorrecta puede contribuir al dolor de espalda, pero los principales responsables son el estilo de vida sedentario, la mala postura, la obesidad y los factores genéticos.
Mito: El reposo absoluto mejorará mi dolor de espalda.
Realidad: Probablemente no, pero depende de la causa de su dolor. Si se trata de una distensión muscular, tomarse las cosas con calma durante unos días puede ayudar; sin embargo, el reposo en cama también puede prolongar, o incluso agravar, el dolor de espalda.
Si el dolor se debe a una compresión nerviosa, un problema de disco o una degeneración articular, la inactividad puede provocar rigidez muscular, empeoramiento del dolor, pérdida de condición física y más discapacidad.
En estos casos, se recomienda modificar las actividades, optar por ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, y evitar movimientos como agacharse, torcerse o levantar peso. Mantener cierto grado de actividad física puede ayudar a recuperarse más rápido.
Mito: El dolor de espalda es causado por sentarse sobre una cartera voluminosa.
Realidad: Sentarse con una cartera grande en el bolsillo trasero de su ropa puede provocar dolor o entumecimiento en la pierna o la cadera, pero suele no causar dolor en la espalda.
Una cartera voluminosa puede inclinar la pelvis y comprimir el nervio ciático, el nervio más grande del cuerpo humano, que se ramifica desde la parte inferior de la espalda hasta las caderas, las nalgas y las piernas. La compresión de este nervio puede causar dolor o entumecimiento al sentarse o mientras conduce.
Mito: El dolor de espalda siempre se debe a una afección de salud grave subyacente.
Realidad: El dolor de espalda suele estar causado por distensiones o esguinces musculares, y no por una afección de salud grave como un problema de disco o vértebras. La mayoría de los dolores de espalda se resuelven por sí solos.
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Mito: Se debe evitar el ejercicio cuando se tiene dolor de espalda.
Realidad: Los ejercicios y la actividad física suelen recomendarse para controlar y prevenir el dolor de espalda. Fortalecer los músculos del core, incluidos los de la espalda, mejorar la flexibilidad y mantener un peso saludable pueden contribuir a una espalda más sana.
Dependiendo de su dolor, es posible que deba adaptar sus ejercicios. Usted conoce su cuerpo mejor que nadie, así que escúchalo. Si algo no mejora o empeora progresivamente, consulte a un profesional de la salud para una evaluación.
Mito: La cirugía es la única solución para el dolor de espalda crónico.
Realidad: El dolor de espalda suele deberse a causas que no se resuelven con cirugía. Tratamientos no quirúrgicos como la fisioterapia, los medicamentos, las inyecciones y las modificaciones del estilo de vida suelen ser eficaces para controlar y reducir el dolor de espalda crónico.
Mito: Un colchón firme es lo mejor para aliviar el dolor de espalda.
Realidad: La firmeza ideal del colchón varía de una persona a otra. Algunas personas pueden encontrar alivio con un colchón firme, mientras que otras prefieren uno medio o blando. Al comprar un colchón nuevo, busque uno que proporcione soporte y comodidad de acuerdo con sus preferencias y necesidades.
Mito: Una mala postura no contribuye al dolor de espalda.
Realidad: Muchas personas pasan horas encorvadas frente al ordenador o mirando el móvil, lo que les obliga a bajar la vista y curvar el cuello. Estos hábitos pueden sobrecargar los músculos y las articulaciones, provocando dolor corporal con el tiempo. Adoptar buenos hábitos posturales y utilizar equipos ergonómicos en su oficina puede ayudar a prevenir y aliviar el dolor de espalda.