Una herramienta de reciente creación y que se encuentra en expansión dentro de la industria médica es la mastografía con inteligencia artificial (IA). Se trata de uno de los avances más destacados para el diagnóstico del cáncer de mama. El objetivo es lograr resultados más precisos para identificar la enfermedad desde sus primeras etapas.
Los tumores en términos generales son responsables de casi 10 millones de fallecimientos anuales en el mundo. La variedad es bastante amplia aunque dentro de los principales se encuentra el cáncer de mama. Uno de los mayores problemas es que la mayoría de los casos se diagnostican en etapas avanzadas y en este punto es donde la tecnología podría lograr cambios.
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Pero antes, ¿qué es una mastografía?
Desde hace décadas la mastografía es la prueba estándar para la detección del cáncer de mama. Consiste en un estudio de diagnóstico por imagen que utiliza rayos X de baja dosis para examinar el tejido de las mama.
En la actualidad es la herramienta más importante y eficaz para la detección temprana del cáncer de mama. Mientras que ahora, con ayuda de los avances tecnológicos, existe una nueva modalidad.
¿Cómo funciona la mastografía con IA?
La mastografía con IA funciona mediante algoritmos de aprendizaje automático profundo (Deep Learning) para asistir a los radiólogos en la interpretación de los resultados. Por lo tanto, es básicamente un sistema de apoyo para la decisión clínica.
- Análisis de la imagen: El software de IA recibe la imagen de la mamografía digital.
- Detección de patrones: Los algoritmos de IA, entrenados con miles de mamografías previas (incluyendo casos de cáncer confirmados y casos normales), analizan la imagen en busca de patrones sutiles, como masas, calcificaciones o distorsiones, que puedan ser indicativos de cáncer.
- Marcado y puntuación: El sistema de IA marca las áreas sospechosas directamente en la imagen y les asigna una puntuación de riesgo o probabilidad de malignidad.
- Asistencia al radiólogo: El radiólogo revisa la mamografía, pero ahora cuenta con la información y las marcas generadas por la IA. Esto le sirve como una “segunda opinión” o un punto de partida para centrar su atención en las áreas de alto riesgo.
- Diagnóstico final: El radiólogo, combinando su experiencia y criterio clínico con el análisis de la IA, emite el informe y el diagnóstico final. La decisión última siempre recae en el especialista humano.
Beneficios de la mastografía con IA
- Mayor precisión y detección temprana: Los estudios sugieren que la IA puede detectar el cáncer de mama incluso antes que los humanos o identificar un porcentaje mayor de casos, especialmente lesiones muy pequeñas o en etapas iniciales.
- Reducción de falsos positivos: La IA puede ayudar a distinguir entre hallazgos benignos y malignos con mayor eficacia, reduciendo la necesidad de procedimientos invasivos innecesarios.
- Aumento de la eficiencia: Al señalar rápidamente las mamografías de alto riesgo, la IA reduce la carga de trabajo de los radiólogos, permitiéndoles enfocar su tiempo en los casos más complejos.
- Estandarización del diagnóstico: Ayuda a que la interpretación tenga un nivel de experiencia similar al de los radiólogos especializados, beneficiando a centros con menor acceso a superespecialistas.