Parteras, sobadores y curanderos forman parte de la medicina tradicional mexicana
Los curanderos, parteras, sobadores y herbolarios forman parte del entramado de esta medicina que ha acompañado a comunidades rurales e indígenas durante siglos. Su práctica se basa en la observación del cuerpo, los ciclos naturales y la utilización de plantas medicinales como la manzanilla, el árnica, la ruda o el epazote. Además, incluye rituales y limpias espirituales que buscan restablecer la armonía interna y comunitaria. Más que simples remedios, representan una cosmovisión donde la salud es inseparable de la vida colectiva y el equilibrio con la tierra.
Con el tiempo, la medicina tradicional mexicana ha comenzado a ganar un espacio dentro del sistema de salud. Instituciones académicas y centros de investigación han reconocido el valor terapéutico de numerosas plantas utilizadas por siglos, impulsando estudios científicos sobre sus propiedades. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por ejemplo, ha promovido programas de atención intercultural en regiones indígenas, donde los médicos tradicionales colaboran con el personal de salud moderno para mejorar la cobertura y el entendimiento cultural de los pacientes.
La integración plena no está exenta de desafíos
Sin embargo, el camino hacia la integración plena no está exento de desafíos. Persisten prejuicios, falta de regulación formal y el riesgo de perder saberes por la migración y el desinterés de las nuevas generaciones. Asimismo, la comercialización no controlada de productos naturales puede poner en riesgo la seguridad de los consumidores y desvirtuar el valor cultural de estas prácticas.
Hoy, el reto consiste en fortalecer un diálogo respetuoso entre la medicina tradicional y la medicina científica. Reconocer que ambas pueden complementarse —la primera con su enfoque holístico y la segunda con su rigor metodológico— permite avanzar hacia un modelo de salud más humano, incluyente y sostenible.
La medicina tradicional mexicana no pertenece solo al pasado: es una fuente viva de conocimiento, identidad y bienestar que sigue ofreciendo respuestas vigentes a los desafíos de la salud contemporánea.
