Para ser mejor médico y persona, es indispensable conocerse a sí mismo e identificar aquellas áreas de la vida en las que se quiera avanzar para modificar conductas y alcanzar nuevos retos, por eso, a continuación te presentamos 5 tips para que tu motivación como médico nunca decaiga:
Conócete a ti mismo
Lo primero que tienes que hacer para no perder la motivación es conocerte a ti mismo. Tienes que conocer lo que te apasiona, lo que te alegra, lo que realmente te motiva, pero también lo que te hace sentir mal o te entristece. Es una forma de empezar para quitar los frenos que llevas en tu interior.
Encuentra sentido a lo que haces
Otro punto de motivación es encontrar un sentido a lo que haces en la vida, más allá de tus funciones como profesional de la salud. En pocas palabra, busca algo de naturaleza más trascendente.
Si te encuentras desmotivado
es posible recuperar la motivación. Un médico desmotivado es un profesional poco eficiente, por eso es muy importante empezar a trabajar en la recuperación de la motivación. Por eso, el descanso, la buena alimentación y hacer cosas diferentes todos los días son importantes para no desfallecer en el arduo trabajo de la medicina.
Trabaja en la resiliencia
Superar las adversidades no es sencillo, por eso siempre es importante desarrollar metas y sueños que faciliten el arduo camino de la medicina. Acepta la realidad sin buscar culpables, actúa rápido si algo te causa problemas y considera las adversidades como una oportunidad para crecer.
Controla tu estrés
La diferencia entre controlarlo o no está en saber diferenciar entre lo que se puede solucionar y lo que no. Centra tus esfuerzos en lo que realmente está en tus manos solucionar. La relajación y los ejercicio de respiración son espectaculares en el control del estrés.