Con 32 votos a favor y 12 en contra, senadores del Congreso de Oklahoma, aprobaron este jueves una ley que penalizará con prisión de entre uno y tres años a aquellos médicos que practiquen abortos dentro del citado estado de la Unión Americana.
Desde hace varias semanas el estado de Oklahoma se ha colocado en el ojo del huracán por tan polémica normatividad, misma que ahora pasará a la oficina de la gobernadora, la republicana Mary Fallin, quien tendrá cinco días para aprobar o desechar la ley antiaborto.
Por si fuera poco, aún se desconoce cuáles son las intenciones de la gobernadora, pues desde que se dio a conocer la mencionada ley, Fallin no ha mencionado su postura sobre ella, la cual no tiene precedentes en Estados Unidos y que sus opositores consideran inconstitucional.
Cabe recordar que la Cámara de Representantes de Oklahoma aprobó la ley hace un mes con 59 votos a favor y nueve en contra, y ayer jueves pasó sin problemas en el Senado estatal con 32 votos a favor y 12 en contra.
En caso de aprobarse la ley, la práctica del aborto se convertiría en un delito con penas de entre uno y tres años de cárcel para aquellos médicos o cualquier otra persona que la practique. No se debe olvidar que esta ley también contempla la revocación de licencias a todos los médicos que realicen este tipo de procedimientos.
Si bien otros estados mas conservadores de Estados Unidos han aprobado leyes que impiden el acceso de las mujeres al aborto, Oklahoma sería así la primera entidad en proceder penalmente contra los médicos por esta práctica.
La Asociación Médica de Oklahoma fijó su postura al considerar preocupante el contenido de la ley, por lo que expresó su desacuerdo ante dicha ley que busca ”intimidar a los médicos o invalidar su criterio”.
También es muy importante señalar que los estados gobernados por los republicanos han promulgado leyes contra el aborto alegando proteger los derechos religiosos de quienes brindan los seguros médicos, aspecto que ha impedido las prácticas abortivas en una gran parte de Estados Unidos.
La siguiente gráfica muestra la postura moral de los ciudadanos estadounidenses ante el aborto, en 2015.