La pornografía es una de las actividades más comunes del mundo digital. Gracias a la existencia del internet, el consumo de porno se ha transformado y aumentado. Ante el fácil acceso a este tipo de contenidos, múltiples preocupaciones han surgido al respecto en el sector salud. En parte, por sus posibles efectos en el bienestar mental. Pero también por cómo afecta a la relación en pareja.
Una investigación publicada en el International Journal of Eating Disorders comparte nuevas preocupaciones sobre el porno. En apariencia, el consumo de los hombres de este contenido puede afectar a sus parejas. En específico, provocar la aparición de un trastorno alimenticio. Tracy Tylka, autora lider del estudio, afirma que el fenómeno responde a una especie de presión social.
Frecuentemente hablamos de la influencia de los medios, la familia y los amigos en los trastornos alimenticios. Pero poco se ha hecho para determinar como una pareja puede contribuir a la salud de la mujer. Es una omisión en la investigación. Si hay variables que representen factores de riesgo, debemos prestarles mayor atención. [Incluyendo los patrones de consumo de porno].
Porno y presión de pareja, factores de riesgo
Tylka reafirmó que se analizó el caso de 409 pacientes americanas. Cada una respondió un cuestionario sobre sus hábitos alimenticios y la presión externa hacia perder peso o ser delgadas. Además, se revisó el número de horas que sus parejas pasaban viendo porno cada semana. Asimismo, se les preguntó con qué frecuencia sus anteriores relaciones consumían estos contenidos.
Se encontró que la presión ejercida por la pareja era más importante que la de amigos, familiares o los medios de comunicación. Al mismo tiempo, se encontró una relación entre el consumo de porno de sus novios o esposos y la incidencia de trastornos alimenticios. Tylka afirmó que el fenómeno se mantuvo incluso entre mujeres que no consideraban ideal un cuerpo delgado.
Esto es importante, porque las mujeres podrían estar respondiendo solo a lo que creen que valora su pareja. […] Esta relación entre el porno y los trastornos alimenticios es compleja. Las pacientes podrían sentirse poco atractivas, porque sus novios o esposos pasan más tiempo con estos contenidos en lugar de tratar de conectar con ellas.
