El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. En México, la detección y atención temprana de la niñez con autismo representa un reto urgente debido a múltiples barreras que dificultan el acceso a un diagnóstico oportuno y a terapias especializadas.
Uno de los principales problemas es la falta de conocimiento y sensibilización tanto en la población general como en muchos profesionales de la salud y educación. Esto provoca que los signos tempranos del autismo pasen desapercibidos o sean confundidos con otros trastornos, retrasando el diagnóstico hasta que el niño ya enfrenta dificultades significativas.
No hay protocolos estandarizados para tratar el autismo en México
Además, el sistema de salud pública en México carece de protocolos estandarizados y recursos suficientes para realizar evaluaciones diagnósticas accesibles en todo el país. Muchas familias deben acudir a servicios privados, que son costosos y limitan la detección temprana a quienes pueden pagarlos. En zonas rurales y comunidades marginadas, esta situación se agrava por la falta de especialistas y centros de atención.
El retraso en el diagnóstico impacta directamente en el acceso a terapias que pueden mejorar la calidad de vida del niño y su familia. Las intervenciones como la terapia conductual, del lenguaje o la integración sensorial requieren personal capacitado y continuidad, recursos que no siempre están disponibles o son inaccesibles para muchas familias mexicanas.
Se deben lanzar campañas para fomentar la inclusión
También existen barreras sociales y culturales, como el estigma y la desinformación sobre el autismo, que generan rechazo o aislamiento de los niños y sus familias. Esto dificulta su inclusión escolar y social, limitando oportunidades de desarrollo y bienestar.
Para avanzar, es fundamental fortalecer la capacitación de profesionales de la salud y la educación en la detección y manejo del autismo. Además, el Estado debe invertir en infraestructura y programas públicos que garanticen atención integral y gratuita, especialmente en comunidades vulnerables.
Por otro lado, promover campañas de sensibilización ayuda a combatir prejuicios y fomenta la inclusión desde el hogar y la escuela. El acompañamiento a las familias, mediante grupos de apoyo y acceso a información clara, también es clave para empoderarlas.
Mejorar el diagnóstico y acceso a terapias para la niñez con autismo en México es una tarea urgente que requiere colaboración entre autoridades, profesionales, familias y sociedad. Solo así se podrá garantizar un desarrollo pleno y una mejor calidad de vida para estos niños y sus comunidades.