A unos días de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinara que el Zika ya no representaba una emergencia sanitaria internacional, sino un problema de salud pública a largo plazo, informó que para los próximos meses esperan confirmar en Brasil alrededor de un millar de nuevos casos de microcefalia en recién nacidos de mujeres que padecieron la infección durante el embarazo.
A la fecha, esta nación sudamericana ha contabilizado unos 2 mil 100 casos de dicha afectación congénita, asimismo, se está investigando a 3 mil niños que podrían tener microcefalia al haber enfrentado al patógeno durante la vida intrauterina.
Anthony Costello, director del departamento de la infancia de la OMS, advirtió durante una rueda de prensa:
Si se mantiene la proporción como ha sido hasta ahora, que un tercio de los casos investigados son confirmados, estamos hablando de que en poco tiempo podríamos tener más de 3 mil recién nacidos con microcefalia.
Explicó que no se puede predecir el incremento o descenso de los casos puesto que se desconoce por qué algunos infantes desarrollan esta condición congénita y otros no, ya que en los últimos meses aumentaron los contagios “a un ritmo que no lo han hecho los casos de microcefalia”.
Al momento, científicos y médicos ignoran si el número de casos se ha reducido o si no se han registrado, ya que no saben si factores como la estación del año (actualmente Brasil vive la primavera, cuando existen menos vectores) tienen influencia directa, o si ciertas gestantes presentan alguna clase de inmunidad al Zika adquirida mediante una infección anterior con un flavivirus (dengue, chikungunya o fiebre amarilla) o algún elemento ambiental.
Sobre los niños que aparentemente nacen sanos, el experto detalló:
Tenemos evidencias concretas de casos en los que los niños nacen con una circunferencia normal y después desarrollan microcefalia, pero también niños cuyas madres se infectaron con Zika y no padecen microcefalia pero sí otras afecciones neurológicas.
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