La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el nuevo informe técnico “El futuro de los ensayos clínicos pediátricos: establecimiento de prioridades de investigación para la salud infantil”. Su contenido presenta una agenda de investigación global diseñada para abordar las importantes lagunas de evidencia que fundamentan las políticas, las guías clínicas y los programas para niños de 0 a 9 años.
Este trabajo responde al llamamiento de la Guía de la OMS sobre mejores prácticas para ensayos clínicos (2024) para que se preste mayor atención a la inclusión de poblaciones subrepresentadas, incluidos los niños, con el fin de garantizar que la investigación refleje mejor la diversidad de los grupos afectados por problemas de salud en todo el mundo.
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¿Por qué se deben reforzar los ensayos clínicos pediátricos?
A pesar de los importantes avances en salud infantil durante las últimas dos décadas, el progreso no ha sido equitativo y las enfermedades prevenibles siguen causando una morbilidad y mortalidad significativas entre los niños, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
Los niños siguen estando infrarrepresentados en los ensayos clínicos, lo que genera lagunas en la evidencia directamente aplicable a sus necesidades. Esta agenda de investigación se ha desarrollado para ayudar a subsanar estas lagunas mediante la identificación de preguntas prioritarias donde los ensayos clínicos pueden generar el mayor impacto en la salud pública, apoyar la toma de decisiones a nivel nacional y mejorar los resultados para los niños en situación de riesgo.
¿Cómo se elaboró la nueva guía?
La guía se elaboró mediante un proceso inclusivo y sistemático con la participación de expertos internacionales, líderes de programas nacionales, investigadores y representantes de la comunidad.
Más de 380 actores clave aportaron 653 preguntas de investigación, las cuales se seleccionaron mediante la revisión y priorización por parte de expertos para generar una lista final de 172 prioridades de investigación clínica que abarcan enfermedades infecciosas, enfermedades no transmisibles, salud neonatal, desarrollo infantil temprano y nutrición.
La guía está diseñada para ser práctica y orientada a la acción, con un fuerte énfasis en la viabilidad, la escalabilidad y la equidad en el impacto.
“Se deben alinear los esfuerzos de investigación con las necesidades de salud pública”
Al comentar la publicación del informe, la Dra. Meg Doherty, Directora del Departamento de Ciencia para la Salud de la OMS, señaló que la agenda sienta las bases para alinear los esfuerzos de investigación con las necesidades de salud pública.
Mientras que la Dra. Pascale Allotey, Directora del Departamento de Salud Sexual, Reproductiva, Materna, Infantil, Adolescente y Envejecimiento de la OMS y del Programa Especial de las Naciones Unidas sobre Reproducción Humana (HRP), destacó la importancia de una inversión inclusiva y sostenida.
Además de identificar las preguntas de investigación prioritarias, el informe destaca la importancia de la colaboración regional, la integración de la investigación en los sistemas nacionales de salud y el fortalecimiento de la capacidad institucional para apoyar ensayos multicéntricos.
Asimismo, subraya la necesidad de enfoques de financiación coordinados para acelerar la implementación y garantizar que las inversiones en investigación se destinen a las áreas con mayor potencial de impacto.
Finalmente, la nueva guía de la OMS para fortalecer los ensayos clínicos pediátricos se puede descargar en el siguiente enlace.
