Por fin llegó la temporada más festiva y alegre del año. Si algo caracteriza a la navidad es la comida y aunque es muy deliciosa puede representar un problema para las personas con diabetes. Todos los que tienen un tratamiento médico lo deben seguir de forma estricta para evitar incrementos en sus niveles de glucosa. ¿Pero qué pueden hacer para celebrar sin poner en riesgo su salud?
Entre posadas, cenas, Navidad y Año Nuevo, el calendario se llena de compromisos donde la comida es la protagonista. Para quienes viven con diabetes, prediabetes o simplemente cuidan su salud metabólica, estas fechas suelen venir acompañadas de una dosis extra de ansiedad: ¿Puedo comer esto? ¿Arruinaré mi progreso de todo el año?
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¿Cómo pueden disfrutar la navidad las personas con diabetes?
El secreto no está en la prohibición, sino en la estrategia. Además se debe tener un control estricto en las porciones para “aplanar” la curva de glucosa al momento de disfrutar la navidad.
De acuerdo con la Dra. Natalia Razo, médico internista de Clivi, “antes de atacar el plato principal se debe aplica la regla de oro: Fibra primero, proteína después, carbohidratos al final. Imagina que tu estómago es un club nocturno y la fibra es el cadenero”.
El orden de los alimentos sí importa
La especialista agrega que durante la cena de navidad o año nuevo se debe empezar con una ensalada verde o de verduras. El objetivo es crear una red de fibra en el intestino que ralentiza la absorción de azúcar.
“Después de la cena, lo peor que puedes hacer es quedarte sentado en el sofá por horas. Tus músculos son los mejores aliados para absorber el exceso de glucosa en sangre sin necesidad de tanta insulina. La actividad física durante 15 minutos después de cenar puede reducir significativamente el pico de glucosa postprandial”, reveló la Dra. Razo.
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El estrés eleva los niveles de glucosa
Para cerrar, es vital entender el componente emocional. El estrés y la culpa liberan cortisol, una hormona que, irónicamente, también eleva la glucosa.
La Dra. Razo, nos recuerda la importancia de la flexibilidad mental en estas fechas. “El error más común que veo en pacientes es la mentalidad de ‘todo o nada’. Piensan que, si ya comieron un buñuelo, arruinaron todo y entonces comen sin freno hasta enero. La salud metabólica se construye con lo que haces el 90% del tiempo, no con lo que haces en la cena de Navidad. Elige lo que realmente te gusta, disfrútalo despacio y sin culpa, y en la siguiente comida, regresa a tu plan habitual. El estrés por comer ‘perfecto’ a veces hace más daño que la comida misma”.
Finalmente, tener diabetes no es un castigo durante las celebraciones de navidad. Se debe ver como una oportunidad para cambiar los hábitos diarios y así poder disfrutar en familia o con los amigos. Con un poco de estrategia y las herramientas adecuadas, es posible brindar por un año nuevo lleno de salud sin sacrificar el sabor de las fiestas.
