En estimados del Instituto Nacional de Migración (INM), en 2016 se detuvieron a 188 mil 595 personas migrantes en la frontera sur de México, de las cuales 147 mil 370 fueron deportadas de vuelta a su país de origen (que en nueve de cada 10 casos fueron naciones centroamericanas). Esta experiencia es particularmente difícil para aquellos individuos infectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) o afectados por el Síndrome de inmunodeficiencia Adquirida (Sida).
Ricardo Hernández Forcada, director del Programa VIH/Sida y Derechos Humanos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), comentó ante medios locales, en conferencia de prensa en Aguascalientes, que los migrantes quienes padecen de esos padecimientos enfrentan condiciones aún peores que las de sus connacionales sanos.
Los derechos humanos son violentados comúnmente a quienes viven con VIH y Sida, en forma de estigma o discriminación. Son también víctimas del despojo de sus pertenencias, sus recursos económicos y de abusos físicos o sexuales. Sufren además extorsión policial y otros tipos de violencia de las autoridades; de explotación laboral y sexual y hasta de formas análogas de la esclavitud, como la trata y el tráfico de personas.
También recordó que el problema del VIH es más extenso en Centroamérica de lo que lo es en México. Mientras que en nuestro país, explicó, la prevalencia del virus en personas de 15 a 49 es del 0.2 por ciento, en naciones como Belice y Honduras afectan al 2.5 y 1.6 por ciento de la población, respectivamente. Por eso, enfatizó, se deben tomar acciones determinadas para proteger a los migrantes, particularmente a las mujeres.
Se necesitan implementar cursos y distribuir folletos en las estaciones migratorias o donde se practica el trabajo sexual a lo largo de las fronteras. También, impulsar mecanismos para la mejor atención médica dentro de las fronteras y difundir y defender los derechos humanos de las personas que tienen VIH.
Desde la implementación del Plan Frontera Sur, anunciado por Presidencia de la República en 2014 para proteger y salvaguardar los derechos humanos de los migrantes, se han incrementado (entre 2013 y 2015) en 130 y 124 por ciento las detenciones y las deportaciones, respectivamente, de migrantes con y sin VIH.