En la historia reciente de la humanidad existe un recuerdo que manchó por completo al planeta. A la fecha es considerado como uno de los ataques más grandes de la historia. Se trata del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York (conocido simplemente como 11-S).
La acción dejó una cifra oficial de 2 mil 977 personas muertas, cuyos nombres aparecen en el monumento conmemorativo que se edificó en el mismo lugar en el que ocurrió el atentado para recordar a quienes fallecieron. Además también se contabilizan alrededor de mil desaparecidos.
Arriesgar la vida por otros
A su vez, de forma inmediata al ataque se observó la cooperación de miles de personas de Estados Unidos y el resto del mundo. En especial, los profesionales de la salud no dudaron en brindar sus servicios para brindar atención a las víctimas que se vieron afectadas por la agresión. No les importó poner en riesgo su vida para poder atender a los demás.
Ahora, visto en retrospectiva, las muertes que se han derivado por problemas de salud del 11-S son mucho mayores a las que provocó el ataque mismo. La mayoría han sido en rescatistas, bomberos, médicos y enfermeras que se encontraban cerca del lugar de la tragedia y no dudaron en acercarse para intentar ayudar a las víctimas.
De esta manera, un caso que se encuentra documentado es el de Sal Turturici, un bombero que rescató a varias víctimas de los escombros de las Torres de Nueva York y a raíz de eso desarrolló cáncer de estómago que paulatinamente se extendió a otros órganos de su cuerpo y finalmente falleció en el 2015.
En ese sentido, un estudio afirma que más de 10 mil personas que se encontraban en las zonas cercanas al ataque terrorista han desarrollado cáncer como consecuencia de la alta exposición a humo a la que se enfrentaron. De ellas, al menos 3 mil ya han fallecido, aunque las cifra continuará en aumento durante los siguientes años.
Es por todo lo anterior que algunos especialistas consideran que la cifra de muertes por problemas de salud derivados del ataque terrorista ya es similar a la provocada por el propio atentado.
