¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una infección pulmonar que afecta los sacos de aire (alvéolos) de uno o ambos pulmones. Estos sacos pueden llenarse de líquido o pus, lo que causa síntomas como tos con flema, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Es una enfermedad común que puede variar en gravedad desde leve hasta potencialmente mortal, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados, adultos mayores y niños pequeños.

Causas de la neumonía

La neumonía puede ser causada por diversos agentes infecciosos, entre los que se incluyen:

  1. Bacterias: La Streptococcus pneumoniae es la causa bacteriana más común.
  2. Virus: Algunos virus respiratorios, como el de la gripe, el SARS-CoV-2 (COVID-19) o el virus sincitial respiratorio, también pueden desencadenar neumonía.
  3. Hongos: En regiones específicas, ciertos hongos como Histoplasma o Coccidioides pueden causar neumonía, especialmente en personas inmunodeprimidas.

Síntomas más frecuentes

Los síntomas suelen variar según la causa, la edad y el estado general de salud del paciente, pero los más comunes incluyen:

  • Dolor en el pecho al respirar o toser.
  • Tos con mucosidad amarilla, verde o incluso con sangre.
  • Fiebre alta y sudoración excesiva.
  • Fatiga y falta de energía.
  • Dificultad para respirar.

En los niños pequeños y en adultos mayores, los síntomas pueden ser más atípicos, como confusión, vómitos o incluso falta de fiebre.

Diagnóstico y tratamiento de la neumonía

El diagnóstico de la neumonía generalmente se realiza mediante un examen físico, radiografías de tórax y análisis de sangre o de esputo. El tratamiento depende de la causa específica:

  • Para neumonías bacterianas, se recetan antibióticos.
  • Las neumonías virales suelen tratarse con reposo, hidratación y, en algunos casos, antivirales.
  • En las infecciones fúngicas, se utilizan medicamentos antimicóticos.

Prevención

Vacunas como la antineumocócica y la de la influenza son herramientas clave para prevenir la neumonía. Además, mantener hábitos saludables, como el lavado frecuente de manos y evitar el tabaquismo, ayuda a reducir el riesgo de infección.

La neumonía es una enfermedad seria, pero con diagnóstico y tratamiento oportunos, la mayoría de las personas se recupera completamente.