¿Sabes qué es y cómo se diagnostica el Síndrome de Piernas Inquietas?

Aunque fue identificado por primera vez hace medio siglo, el Síndrome de Piernas Inquietas ha cobrado relevancia en la actualidad.

La primera pregunta es: ¿existe el Síndrome de Piernas Inquietas? Y la respuesta es ¡claro que existe! Fue descrito por primera vez por Thomas Willis en 1672, quien era el médico de cámara de Carlos II; sin embargo, a la fecha no es frecuentemente bien diagnosticado y tratado.

¿Que es el Síndrome de Piernas Inquietas?

También conocido como Síndrome de Ekbom, anxietas tibarum y más recientemente como (RLS) Restless Legs Syndrome (síndrome de piernas inquietas), es una rara afección del sistema nervioso central aún en estudio de fisiopatología pero que es más frecuente de lo que se cree.

¿Cuáles son los síntomas del Síndrome de Piernas Inquietas?

Los síntomas más frecuentemente referidos por los pacientes son:

  • Necesidad de moverse.
  • Carne de gallina.
  • Hormigueo.
  • Inquietud.
  • Calambres.
  • Cosquilleo.
  • Tirón doloroso.
  • Tensión
  • Malestar.
  • Picor.

Los pacientes suelen definir sensaciones dolorosas experimentadas como parestesias dolorosas. En general se trata de una sensación molesta que se incrementa por la tarde y noche y que obliga a los pacientes a mover las piernas. De no hacerlo se experimenta una sensación molesta y mal definitiva que se alivia muchas veces levantándose y caminar con la subsecuente pérdida de sueño y calidad de vida muchos pacientes suelen aliviar sus síntomas empleando bicicletas fijas por la noche aunado esto a pérdida de calidad de sueño y depresión.

¿Cuales son los criterios de diagnósticos?

1. Una necesidad urgente de mover las piernas, acompañada generalmente de una sensación incómoda y poco placentera en las extremidades.

2. La necesidad de moverse, o la sensación poco placentera en las extremidades, que comienza cuando se inician periodos de descanso.

3. La necesidad de moverse, o las sensaciones poco placenteras en las extremidades, son parcialmente disminuidas por el movimiento del paciente. generalmente caminando.

4. La necesidad de movimiento, o las sensaciones poco placenteras en las extremidades, es mayor en los periodos de tarde/noche, siendo menos probables por la mañana.

¿Cómo se diagnostica el Síndrome de Piernas Inquietas?

Habitualmente el diagnóstico se realiza de forma clínica es decir durante la consulta con el médico. Los estudios de laboratorio y gabinete se restringe a casos especiales y este seria la electromiografía, estudio del sueño y niveles de ferritina.

¿A qué se debe el Síndrome de Piernas Inquietas?

Es aún desconocida su etiología pero se sabe que existe una desregulación del hierro sérico y cerebral, existiendo bajas concentraciones de hierro sérico y ferritina en sangre y algunas zonas del encéfalo como el núcleo rojo.

¿Es hereditario?

Se ha documentado un patrón de herencia autosómica dominante. Es decir si existe un miembro afectado en la familia es muy probable que existan otros afectados. Así mismo, se considera que hasta un 10% de la población mundial está afectada por este particular padecimiento.

¿Es curable?

No existe cura pero tampoco se trata de una enfermedad grave que pueda llevar al paciente a la muerte, pero sí deteriora notablemente la calidad de vida de los enfermos. Puede ser tratado con fármacos dopaminérgicos como el ropirinol y el pramipexol que habitualmente se emplean para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, así como el antiepiléptico gabapentina.

¿Con qué otras enfermedades se suele confundir?

Estos pacientes son frecuentemente diagnosticados como ansiosos deprimidos o con insomnio y tratados con benzodiacepinas tipo alprazolam y clonazepam. Por otra parte, se suele pensar que los movimientos que ocurren durante el sueño de manera periódica (cada 10 o 50 segundos) que son movimientos periódicos de las piernas que son habitualmente normales en pacientes mayores de 50 años.

¿Quién es el mejor especialista para diagnosticar y tratar este padecimiento?

Se trata de un padecimiento neurológico por lo tanto el médico idóneo para su diagnóstico es el neurólogo. Aunque en realidad un médico internista puede diagnosticar o referir al neurólogo.

El autor del artículo es el Dr. Arturo Contreras Marín, neurólogo clínico, especialista en Epilepsia, Esclerosis Múltiple, Demencia y Parkinson y ex jefe de Neurología del Hospital Central Militar