Cuidar la salud bucal desde la infancia es esencial para garantizar un desarrollo adecuado y prevenir problemas como caries, infecciones o malformaciones dentales. A pesar de que los dientes temporales (de leche) serán reemplazados por dientes permanentes, su cuidado es clave, ya que cumplen funciones importantes en la alimentación, el habla y la alineación futura de la dentadura.
¿Cuándo comenzar con el cuidado de la salud bucal?
El cuidado bucal debe empezar incluso antes de que aparezcan los primeros dientes. Desde el nacimiento, es recomendable limpiar las encías del bebé con una gasa húmeda o un dedal de silicona para eliminar restos de leche y bacterias. En cuanto aparece el primer diente —generalmente entre los 6 y 8 meses de edad— se puede comenzar a usar un cepillo de dientes infantil con cerdas suaves y una pequeña cantidad de pasta dental con flúor (del tamaño de un grano de arroz).
La primera visita al dentista debe hacerse antes del primer año de vida o al salir el primer diente. Este primer contacto ayuda a identificar posibles anomalías y a recibir orientación sobre higiene oral, dieta y hábitos adecuados.
Cómo crear buenos hábitos desde pequeños
- Cepillado diario supervisado
Los niños deben cepillarse los dientes al menos dos veces al día: por la mañana y antes de dormir. Hasta los 6 años, es importante que un adulto supervise o ayude en el proceso para asegurar una limpieza eficaz. - Uso de hilo dental
Cuando los dientes empiezan a tocarse entre sí (generalmente entre los 2 y 3 años), es recomendable comenzar a usar hilo dental una vez al día. - Evitar el azúcar en exceso
Limitar el consumo de bebidas azucaradas, dulces y snacks procesados reduce el riesgo de caries. En su lugar, se deben fomentar frutas, verduras y agua simple como parte de una dieta equilibrada. - Visitas regulares al dentista
Una revisión dental cada seis meses permite prevenir y tratar a tiempo cualquier problema. También ayuda a que el niño se familiarice con el entorno dental sin miedo.
La salud bucal en la infancia comienza antes de que salgan los dientes y se fortalece con buenos hábitos diarios. Enseñar a los niños desde pequeños a cuidar su boca no solo previene enfermedades, sino que sienta las bases para una vida saludable y sin miedo al dentista.