La salud mental dentro del trabajo es una de las mayores preocupaciones en el mundo actual. Tan sólo en México es un tema urgente porque el país se mantiene entre los tres primeros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con más horas laborales al año, mientras que el 50% de los trabajadores declara vivir algún grado de estrés.
Para profundizar más en el tema, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) afirma que el 75% de los colaboradores padece fatiga por estrés laboral. La cifra supera a naciones como China y Estados Unidos.
“La salud mental dejó de ser un tema periférico. Hoy sabemos que cuidar del bienestar emocional previene el ausentismo o la rotación, además de impulsar productividad y compromiso”, afirma Karina García, Head of Talent Development & Total Reward en Edenred México.
Panorama actual de los trabajadores mexicanos
De acuerdo con la Guía de Bienestar Integral de Edenred México 2025, el 75% de los colaboradores no ha participado en programas de bienestar los últimos meses, lo que refleja una oportunidad clara para fortalecer la cultura de cuidado y prevención en las empresas.
Al invertir en estrategias efectivas de bienestar, las organizaciones no solo reducen los niveles de estrés, sino que también aumentan la satisfacción laboral y mejoran la retención del talento.
El costo de la ansiedad y depresión dentro de los centros de trabajo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la ansiedad y la depresión provocan cada año la pérdida de 12 mil millones de días laborales en el mundo, lo que equivale a un costo superior a un billón de dólares.
Con respecto a México, las causas más comunes de estrés son la sobrecarga laboral, la falta de equilibrio vida–trabajo y la presión económica. Frente a ese panorama, las organizaciones están comprendiendo que los beneficios corporativos son una de las herramientas más efectivas para cuidar la salud mental.
¿Cómo mejorar la salud mental dentro del trabajo?
La Guía de Bienestar Integral de Edenred México 2025 señala que las organizaciones con programas de bienestar aumentan la satisfacción laboral entre 25% y 35% y reducen la rotación de personal hasta en 20%, lo que demuestra que invertir en bienestar no es un gasto, sino una decisión estratégica que impulsa productividad y compromiso. Sin embargo, cuando las empresas integran programas de flexibilidad, reconocimiento y apoyo emocional, el impacto es inmediato: disminuye el estrés y aumenta la permanencia del talento.
Los beneficios del bienestar ya no se limitan a gimnasios o actividades recreativas. Hoy abarcan desde programas de reconocimiento emocional hasta plataformas de asistencia psicológica, herramientas financieras y políticas de desconexión digital.
La salud mental en el trabajo ya no es un tema de conversación, sino una estrategia de negocio. Las empresas que entienden su valor no solo construyen entornos más humanos, sino también más rentables, sostenibles y comprometidos con el bienestar de su gente.
