Autoridades de la Suprema Corte de Estados Unidos decidieron rechazar una petición realizada por los farmacéuticos de dicha nación para no tener que vender la pastilla del día después.   

“El tribunal ha decidido mirar hacia otro lado ante la vulneración de la libertad religiosa de los farmacéuticos del estado de Washington”, dijeron miembros de la familia Stormans, propietarios de la tienda de abarrotes Thriftway y de una farmacia en Olympia, quienes han luchado por varios años por su derecho a no violar su conciencia con la venta de medicamentos capaces de terminar con la vida de seres humanos.

De esta forma, el tribunal rechazó la apelación de algunos farmacéuticos, quienes deberán de seguir vendiendo la “pastilla del día después” y otros medicamentos que evitan la concepción “sin que se nos permita acogernos a la objeción de conciencia”, indicó la familia Stormans.

“La ley estatal nos obliga a vender pastillas del día después cuando los clientes pueden obtenerlas muy fácil en otras farmacias cercanas. La decisión del tribunal de no escuchar es una mala señal para el futuro de las reivindicaciones de libertad religiosa”, añadieron los incorformes.

De acuerdo a las autoridades, la familia Stormans está compuesta por cristianos que se oponen a la pastilla del día después. “Cuando una mujer entra a una farmacia, ésta no debería ser rechazada debido a las creencias religiosas del propietario de la farmacia o de quien se encuentre del otro lado del mostrador”, dijo Louise Melling, director adjunto de American Civil Liberties Union quien además alabó la acción del tribunal.

Sin embargo, la decisión del tribunal no fue unánime, pues los jueces Samuel Alito y Clarence Thomas dijeron estar dispuestos a escuchar el caso al opinar que la norma que impide a los farmacéuticos acogerse a la objeción de conciencia podría estar motivada por la hostilidad hacia las creencias religiosas.