Cuando por fin has logrado formar un equipo médico sólido, lo que sigue es que cada uno de los elementos se sienta identificado e integrado al equipo de trabajo.
Como líder de ese equipo es tu responsabilidad formar, integrar y motivar. Y esto no lo tienes que ver como un esfuerzo, sino como una inversión que dará resultados a futuro en beneficio de tu clínica y de tus pacientes.
Si cumples con lo anterior, el nuevo especialista médico, la nueva recepcionista o quien quiera que se integre a tu equipo de trabajo, se sentirá cómodo, contento y con mucha actitud positiva para empezar a trabajar todos los días.
Mantén a tu equipo motivado
Cuanto más interactúes con tus colaboradores médicos, más involucrados se sentirán, y cuanto más sea notable tu liderazgo, menos tropiezos tendrán en cuanto a rendimiento y clima laboral.
Toma en cuenta los siguientes tips para que la motivación de tu equipo de trabajo nunca se pierda:
Haz refuerzos positivos
Cuando el equipo logre llegar a una meta, refuerza su motivación de forma material, con algunos privilegios o socialmente.
Aprende a delegar
Es una forma de transmitir a tus colaboradores que confías en ellos y que estás dispuesto a “dejar hacer” a otros algunas responsabilidades que tú solías realizar. De esta forma potencias la iniciativa y creas un ambiente propicio para la motivación.
Cuida la retroalimentación
Acércate con cada uno de tus colaboradores e infórmales si han hecho bien su trabajo, de lo contrario, explícales cómo hacer de mejor forma las cosas, con tono neutro y descriptivo.
Reconoce las virtudes de tus compañeros
Hacerlo es muy importante, así reforzarás su autoestima y estimularás su capacidad de pensamiento, iniciativa y creatividad.