Seguro alguna vez en tu adolescencia escuchaste a alguien decir que ver mucha pornografía podía causar ceguera o el mito de secundaria que decía que masturbarse frecuentemente podía provocar que salieran vellos en las manos, aunque todo es es completamente falso, ver este tipo de cintas eróticas si causa un daño a la salud.
Recientemente un estudio realizado por investigadores del Centro de Psicología del Ciclo Vital en España dio a conocer que ver porno puede afectar seriamente el cerebro.
Para el estudio los especialistas reclutaron a 64 hombres a los que se les dio la instrucción de consumir porno semanalmente, a unos más tiempo que otros, para luego verificar a través de escáneres cerebrales si repercutía de alguna forma en su cerebro.
Tras el análisis los investigadores determinaron que este hábito afecta el volumen de materia gris en gran manera.
Encontramos una relación negativa entre la cantidad de horas que los sujetos veían porno y la cantidad de materia gris que se encontraba en el núcleo caudado, señalan los autores.
Además de las consecuencias en el núcleo caudado, se descubrió que el núcleo estriado también se había reducido en aquellos que vieron más horas.
Según los investigadores, todos estos daños podrían deberse a una intensa estimulación del sistema de recompensa del cerebro, que se activa frente a un estímulo externo y se encarga de liberar los dos neurotransmisores responsables de las sensaciones placenteras.
Así mismo otro análisis hecho por la Universidad de Cambridge concluyó que el cerebro de aquellas personas enganchadas al porno reacciona de la misma forma en la que lo hace el de las personas adictas a las drogas.
Los usuarios compulsivos de porno sienten ansia por ver los vídeos, más no deseo sexual. Algo similar a las adictos, buscan la droga porque quieren, más no porque la disfruten.
Aunado a esto también se demostró que la mayoría de personas que ve exceso películas sexuales, presentan problemas para tener erecciones con sus parejas, a pesar de poder tenerlas mientras ven pornografía.
Según el doctor y sexólogo David Barrios, México se encuentra entre los 10 países que más consume material explícito.