Dentro de los diversos objetivos del hombre moderno se encuentra el poder viajar a otros planetas e inclusive colonizarlos, pero aunque de momento eso no es posible, se piensa que en un futuro sería alcanzable el poder realizar largos viajes por la galaxia en búsqueda de territorios, aunque algo en lo que no se ha puesto la atención necesaria es en los riesgos que eso implica para la salud.
En este caso, el Centro de Investigación Especializado de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) en la Universidad de Georgetown (GU) realizó una investigación para determinar los riesgos a los que se enfrentarán los humanos cuando la tecnología permita realizar viajes espaciales de larga duración.
En primer lugar, los especialistas afirman que los viajes intergalácticos pueden afectar significativamente la salud física de los astronautas debido a la exposición a la radiación, siendo el estómago y los intestinos los órganos que mostrarían mayores daños y un riesgo inminente a desarrollar cáncer.
Para llegar a la conclusión mencionada, el equipo de especialistas utilizó a un grupo de ratones que fue expuesto a dosis bajas de partículas de hierro cargadas eléctricamente, la forma más dañinas de la radiación cósmica. Lo que se observó fue la manera en que se hizo ineficiente la absorción de nutrientes en el organismo hasta provocar cáncer.
Al respecto, el equipo encargado del trabajo expuso que los viajes espaciales cortos a la Luna, como ya se han realizado, no generan un nivel de daño considerable en el organismo, pero cuando se trata de viajes intergalácticos de mayores distancias, sí se generarían serios e irreparables problemas de salud.