Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán y del Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (Insibio), en Argentina, encontraron que la vitamina D tiene efectos protectores sobre las arterias.
En ensayos con animales los científicos estudiaron los efectos de esta vitamina en las células de fenotipo precursor endoteliales, lo que les permitió observar que dicho nutrientes no sólo repara el endotelio, también retarda su envejecimiento, mejora su función y estructura y disminuye la carga de colágeno que lo endurece.
Los científicos explicaron que su investigación sigue un modelo traslacional, por lo que ahora comenzarán a medir el efecto de la vitamina D en pacientes que ya utilizan el nutriente por problemas renales, de modo que realizarán un monitoreo por medio de citometría de flujo y de otros estudios complementarios como la medición de la función vascular y endotelial y de los niveles de óxido nítrico.
El siguiente paso será observar el efecto de la vitamina D en pacientes con hipertensión arterial y otras patologías cardiovasculares para ver si tiene efectos preventivos secundarios.
“La investigación muestra una nueva faceta de este nutriente que podría proteger las arterias de las personas, incluso antes de que ocurra el daño vascular”, declaró uno de los investigadores, el médico Claudio Joo Turoni.
Cabe mencionar que en México las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte, según reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pero la presencia de enfermedades cardiovasculares es un problema a escala global, como lo muestra esta gráfica de Statista que señala que en 2014, por ejemplo, el 43 por ciento de la población adulta de Estados Unidos fue diagnosticada con condiciones cardiovasculares, por lo que determinar el mejor uso de la vitamina D como tratamiento para cuidar la salud arterial seguramente contribuiría a reducir la prevalencia de tales padecimientos.
El equipo de investigación integrado por la doctora en Biología María Peral de Bruno, el bioquímico Pablo Saguir, los médicos Claudio Joo Turoni, Ariel Alberstein, Juan Muntaner, Juan Carlos Santos y Alfredo Coviello, así como los estudiantes de medicina Hassan Chabán, José Pallier, Magdalena Frías Silva, Gaspar Olaso, Julieta De Boeck e Irina Mamaní recibió el Premio Bicentenario por la presentación de este trabajo durante el Tercer Congreso Multidisciplinario de Cardiología realizado en Tucumán.
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