¿Ya sabes cómo financiar tu propio consultorio médico? ¿Averígualo ahora!

Si ya decidiste montar tu propio consultorio médico, pero aún no encuentras la manera de financiar el proyecto de tu vida, a continuación te ofrecemos algunos tips para que puedas conseguir el dinero que necesitas para invertir y poner en marcha tu empresa de salud:

Invierte con capital propio

Si durante el tiempo que trabajaste para alguien más tuviste la oportunidad de ahorrar suficiente dinero, entonces puedes hacer uso de este capital para financiar tu proyecto, pues así no estarás obligado a pagar intereses, ni tendrás que devolver el dinero a alguien más.

Los especialistas recomiendan emplear dinero propio al menos durante la etapa de creación y posteriormente, cuando tu clínica empiece a dar frutos, podrías buscar otros medios de financiamiento.

Recurrir a familiares

Si no cuentas con suficiente dinero, podrías pedir dinero prestado a un familiar (principalmente, a alguien muy cercano y de confianza), quien posiblemente acepte si sabe de tus capacidades y responsabilidades para pagar rápidamente.

La posible ventaja es que quizá no te veas obligado a pagar el dinero rápidamente, situación que te permitiría enfocar tus esfuerzos en la consolidación de tu consultorio médico. Así que una vez que empiece a haber utilidades, es recomendable que pagues rápido ese dinero a quien te lo prestó para no deteriorar la relación.

Bancos

Mucha gente suele tener sus reservas en cuanto a este tipo de financiamiento, sobre todo por lo complicado de acceder a un crédito sólo a empresas que ya se encuentran en marcha y que cuentan con una mediana experiencia en el mercado. Si bien en ocasiones pueden ocurrir este tipo de casos, conseguir un crédito bancario no es imposible, sobre todo si cuentas con un buen historial crediticio o con un buen plan de negocios que te respalde. 

Socios

Se trata de buscar a alguien que pueda compartir contigo tus ideas de negocio y el riesgo de la creación empresarial que esto conlleva. Un buen socio debe estar dispuesto a invertir junto a ti. El socio ideal es aquél que cree en las mismas aspiraciones que tú y que está dispuesto a compartir su experiencia y sus contactos comerciales.

Las posibles desventajas son que posteriormente puede haber desacuerdos, sobre todo si no logran las metas que se propusieron al principio.

Siempre puede haber una alternativa financiera para ti, sólo busca la que más convenga a tus necesidades y posibilidades.