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1 de cada 120 nacidos en el mundo sufre de una cardiopatía congénita

En México se presentan entre 18 mil y 22 mil casos de cardiopatía congénita cada año, aunque no todos requieren de una cirugía.
cardiopatía congénita

Existen múltiples enfermedades y problemas de salud a los que cualquiera se puede enfrentar. Mientras algunos son bastante conocidos, otros permanecen en el anonimato para gran parte de la población. Aunque uno de los inconvenientes es que algunos de ellos son de alta incidencia y por eso requieren de mayor difusión. En ese sentido, se estima que uno de cada 120 niños en el mundo nace con una cardiopatía congénita. Es por eso que la detección y el diagnóstico oportuno son aspectos fundamentales para evitar complicaciones en los menores.

Lo anterior adquiere relevancia si se toma en cuenta que más del 60 por ciento de los casos se pueden curar en su totalidad si se atienden a tiempo. Mientras que alrededor del 35 por ciento va a requerir de seguimiento de por vida para llevar una vida prácticamente normal.

El riesgo de una cardiopatía congénita en México

Con respecto a nuestro país, se presentan entre 18 mil y 22 mil casos cada año, de los cuales no necesariamente todos van a requerir una cirugía. Lo que no varía es que se debe ofrecer algún tratamiento que puede ser desde medicamentos hasta cateterismo intervencionista o una cirugía.

Por su parte, el Dr. Héctor Santiago Diliz Nava, especialista en cirugía cardiotorácica pediátrica y médico del Centro Pediátrico del Corazón ABC-Kardias, dijo que actualmente hay estudios que permiten que una cardiopatía congénita se detecte en la etapa prenatal. Los más populares son los ecocardiogramas fetales que dan cuenta, con mucho detalle, de la anatomía del corazón, lo que permite ver algunas alteraciones.

También dijo que este estudio es recomendado a partir de la semana 22 de embarazo, en especial en aquellos casos donde hay antecedentes familiares con cardiopatías congénitas. Hacerlo desde este momento permite tener un diagnóstico oportuno y certero porque antes sólo se detectaban en el parto y se perdía tiempo que es muy valioso.

“Un diagnóstico prenatal permite a la familia organizar el parto en un centro hospitalario adecuado con las facilidades cardiovasculares. Así se le prestan al recién nacido las medidas necesarias. Con esto se evita la insuficiencia cardíaca aguda, la inestabilidad metabólica y prevenir infecciones y complicaciones”.

Con respecto a los recién nacidos, se pueden diagnosticar con estudios de tamizaje, como el tamiz cardiológico u oximetría de pulso que consiste en evaluar el nivel de oxigenación de la sangre de un bebé. También se escucha si tiene algún tipo de soplo y finalmente, se hacen estudios más dirigidos como la radiografía de tórax, electrocardiograma y ecocardiograma.

Identificación de casos de forma oportuna

Debido al alto número de casos, diversas naciones han anunciado distintas estrategias para hacerle frente al problema. Un caso especial es el de la Comisión Nacional de Salud de China y la medida que se aplica desde el 2018. A todos los bebés se les realiza de manera obligatoria un examen entre 6 y 72 horas después de su nacimiento. El objetivo es detectar cualquier tipo de cardiopatía congénita y decidir la mejor manera de actuar.

Mientras que otra medida fue nombrar el 14 de febrero como el Día Mundial de la Cardiopatía Congénita. El objetivo es hacer conciencia sobre la incidencia de estas enfermedades y sensibilizar a los futuros padres para que lleven a cabo de manera rigurosa el seguimiento de sus embarazos. Mientras que si un bebé sufre de alguna afectación deben conocer los distintos tratamientos con los que cuentan.

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